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sospecha <.lel supuesto delincuente (todo 1o que por
sttpuest~
entraba en
}as,
fórmulas protectorll.l! de la inocencia que empleaba
el
Santo Oficio), espidió
éste
un
auto para que el reo fuese tmido
a
su presencia, yen consecuencia, 'dando •
cumplimiento
a
órdenes trasmitidas desde
Lqla
por el conde de Supernnda,
virei del Perú, dispuso el comi'lario de Potosi,
con
fecha
12
de julio de
1750,
que :U.Ioyen fuese conducido con buena
cust~
entregándose sucesivamente
su
persona
a
los diversos correjidores de
la
larga
tuta
que media entre Po–
tosí y
Lima,
pues así lo tenia. ditipuesto el Santo Oficio y por su
mandado.
el
brazo secular.
Aquel viaje de quinientas
leguas
duró cerca de dos años y fuá una
ver~
dadéra
vía
crucis para el infeliz penit-enciado. Su larga prision había ·quebran–
.tado de
tal
nunera su robusta salud, que la dolencia epiléptica que le aquejaba.
se había hecho
nn
accidente consuetudinario
~de
:¡u existencia. (
1)
En
su viaje
de lluenos .Aires a Potosi, no aparece del proceso que Sufriera una sola
va
aquella horrible enfermedad; pero en su travesía a Lima, descúbrese que
la.
tuv2
casi en cada jornada.
El
22
de noviembre de
1850
.hallábase
~oda.via
en Chuqnito, pueblo del
Alto
Pérú,
y
desde allí escribía. con aquella. fecha. a
los Inquisidores "q'ue entre cuatro hombres de
loe
.de su
gu:trdia
:no
le
podían
sujetar en aquella. melanoolia.."
El correjidot de
aquel
ilistr:i~
don Pedro
Miguel de Meneses,
corroboraba
en
carta
del 9 de
enero
de
l75lla
verdad
del relato de Moyen, diciendo
a.
lo
inquisidores que
S1t
reo babia sufrido
"tm terrible
taha1·dillo,
que lo había tenido en las bocas del sepulcro,;, pero
del cual
se
encontraba ya eonvaleCiente, despues de haber recibido los ·últimos
sacramentos. Marchando en 'Segnidá a. lentas jornad:ts la. desgraciada. vfctima,
se había detenido
un
mes en
b
Paz, dos meses en Puno,
15
di~
en Ayaviri,
siempre esperimenta.ndo
su cruel
achaque. Solo en
a.bril
de
1751
había llega–
do
al
Cuzco, despues de haberle .asaltado
la
epilepsia·en un mal·paso del
camino donde estuvo
ál
perecer.
Interesóse por su suerte en aquella ciudad el abogado don Tomas
de
Lec.
ros, que debía ser hombre
de
poderosa influencia, y haciéndose responsable
<1e
10
u segurida4, lo
llevo
há.sta
.Arequipa con el objeto de que le curara
alli
algun facultativo competente.
N
o conSlc"''tiógran aliño en aquella ciudad el
cl.e
todas
suertes
desventura–
do
~!oyen,
y
sobre
su
-residencia.
en
ella. no
~onsta
otfu circunstancia
del proceso que
la de
la
amistad
que
a:lli
trabó con
un
sombrerero ingles
llamado Guillermo, quien le diera consejos lleno de prudencia,
es
decir, de
(1) En otra parte hemos diqho que Moyen era por naturaleza c_piléptico, llevado¡; de
;a.uestro celo por
dar
al
debate
la.
mn.yór
lealtad
posible, pues
nu~
creencia es que
tal
e)lfennedad
es co
titucion:\1. Pero
'debcm~
a.iia.dir
que eu
el
proeeao 'no coll8f;a que
hn·
bicsc sufrido niu¡,mu ataque:
hast.a
su encierro om
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