-12-
-doetrina, vamos a preceder la relacion del proceso de Moyen con una breve
esposicion de la
Rápida oJeada
del señor prebendado Saavedra.
Una última prevencion de cortesía en el noble duelo de las letras, una
garantía mas de lealtad en la polémica, tenemos que ofrecer a nuestro respe–
table adversario.
Dijimos ya que los documentos que nos habían servido de punto de partida
y
de justificacion en nuestro discurso universitario de 1862, existían oriji–
nales en nuestro poder, y desde hoi quedan a disposicion de nuestro impug–
nador, encuadernados en un cómodo volúmen de tapas rojizas como su
argumento. En cuanto a los que ahora cito, ya hemos dicho donde l!le encuen–
tran depositados, contando cómo se hubieron y cómo se conservan. Si se
duda pues de éstos, como se dudó de aquellos, mándese a Lima una
requisi–
toria literaria, o eclesiástica,
inquisitorial
si se quiere; y si se nos prneba el
.error de un solo concepto, de una sola fecha, de una sola coma, convenimos
de antemano en entregar nuestra reputacion de historiógrafos y este mismo
l\Obre y apresurado ensayo a las llamas vengadoras del Santo Oficio.