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1a.
comodidades de su tortura, del regalo del diario de cinco reales, a
viríu~
del cual se daba a
~os
reos
cuanto pedían
pa.rasu mesa y por último de las
condiciones hijiénicas de las piezas
alta.s, ventiladas
y
secas en que a.queUos
vivian...
Rabian muerto en ·verdad aquellos para la tierra pero no para sus
verdugos. "Tribunal Venerando, esclamaba en su sermon el padre G:witúa
arrebatado de santo fervor. No solo deben doblarte la rodilla los vivos;
deade allá, de esa rejion dcl olvido, deben
asu...<rtarse
a tus severidades,
yertos
los cadáveres
y
pálidos los muertos"
(l). Y el prebendado Saavedra ha leido
en el mismo testo que nosotros estos horrendos sacrilejios proferidos en la
cátedra del Espíritu Santo y no ha protestado contra ellos!
El pueblo alborozado, volvió .en seguida a la plaza. en confusos tropeles;
mientras los inquisidores, el virei y
las
demas categorías civiles y eclesiásticas
habían entrado a palacio, talvez mientras chirriaban las carnes de la bruja
de Toledo en el Acho, a refrescar del estío con las sabrosas orcha.tas de Lima;
pues no ha de olvidarse que esto pasaba. en diciembre, en la antevispera de
pascua.
Lo que aconteció en seguida en aquel
divino auto dejé,
como lo caracteriza
gn
historiador, no ofreció un interes marcado. Era el sainete despues de la;
trajedia. Apagada la hoguera de
la
VOLADORA,
todo palidecía con su lumbre.
Leyéronse
las
sentencias de varias negras hechiceras que se iban entregando
a sus padrinos (persoruJS todas de
~Ita
categoría., que a honor alto tenían este
memol"'i'a y famp,
Salió lll estAtua con capotillo de dos aspas, coroza de llamas, soga al
cuello, y rótulo que contenia su nombre:
y
leida su sentencia con méritos, se declaró y
publicó haver cometido el espre;;ado IOeo los delitos de herejía formal
y
apostasía,
sien–
do
dogmatiwnte
y
&Í!JUÍendo
la secta de Alumbrados, Molinos
y
otros
!terejes
y
muerto en
SW!
errores de hereje, apóstata fautor y encubridor de otros herejes,
y
escomnlgado de
escomunion mayor y que pol' tal se declaraba
y
pronunciaba,
dañando su memoria
y
fama
y
por confoeados todos sus bienes,
aplicados a la cámara
y
fisco de sn majestad,
y
en su nomore
al receptor del Santo Ofioio,
y que despues de leida su sentencia con mé–
ritos sc relajase
y
entregase la referida estátna
y
así mismo la caja en que estaban
l011
kue30$
de es/8 reo, a la ju8licia
y
brazo
seculm·,
para que con eUa fuesen quemadO$ públi–
camente en
deteslacilm
de tan graves er1·ores
y
delitos;
y
para efecto de que no quedase
·"'
memoria
soBRE
La FAZ DE L.t
TIEJ.JU,
sino solo el Sambenito puesto sobre la inscripcion
de sn nombre en el lugar público que
~e
acostumbra,
y
e;tá uestinado a este fin en esta
santa iglesia Cathedral Fueron sns padrinos los doctores don Juan K;tevan d¿ Peña,
Roca y Zambrano, Presbítero, receptor jencral,
y
don Diego Hurtado de Mendoza,
Ca–
thedratico de vísperas de leyes en esta real Universidad, abogado de la real audiencia
y
de presos del Santo Oficio."
Ocurrió en este auto de
fé,
en qoe se mandaron quemar las cenizas
y
escarnecer la
memoria de dos de nueotros cowpntriotas por cuestiones puramente teolójicas, eti decir,
por
idea.,,
que se conden.) solo a un año de reclusion en la iglesia de San Pedt·o al clé–
rigo tambien santiaguino Francisco Javier de Neirn, a quien se acusaba de
delilm
enor–
mes como el de
sqlicilante en el
confes0114rio
por decir dos misas, etc. Ya sobre el primer
delito se le babia proce!>lldo en 1632. Tal era
la
justicia de la Santa Inquisicion!
(1) Bermudez, páj. 122.