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la
terribk omnipotencia de la. lnquisicion creada por los reyes
y
bendecida
por los papas:
-
"V. E. jura i promete por su Fé
i
palabra, que como verdadero,.
i
ca–
thólico virrey puesto por S.
M.
cathólica Don Phelipe Quinto, defenderá con
todo su poder la Fé Cathólic.1. que tiene i cree la Santa Madre Iglesia Apos–
tólica de Roma, i la conservacion i augmento de ella; perseguirá i mandará
perseguir a los herejes i apostatas, contrarios de ella; i mandará dar,
i
dará
el favor
i
ayuda necesaria para el Santo Oficio de la Inquisicion
i
ministros
de ella, paraque los herejes perturbadores de nuestra relijion christiana
sean prendidos i
~gados
conforme a los derechos
i
S~ros
canones, sin que
aya omision de parte de V. E. ni excepcion de persona alguna de cualquiera
calidad que sea. I S. E. respondió:
Asi lo juro,
i
prmileto por 'ni fé
i
pala–
bra.
En cuya consecuencia dijo
el
mismo señor inquisidor a S. E.:
Hacién–
dolo
V . E .
as-i,
como de
su
grat! relijion
i
ckristiandad esper111nos,
euzalzará
Nuestro seiior
e¡;o
su santo servicio
a
V.
E.
i
a
todas
s-u~
acciones,
i
le
dará
tanta salud
i lm·ga vida, como
este
reino
i
el
servil'io
de 8.
]}f.
!1.11
mc–
nestm·."
(1}
Juró en
~eguida
la
r~.al
audiencia acatando
la
juril:!díccion suprema
dd
Banto Oficio, y en ::;egtüda. un relator llamado
ellPjente,
levantóse
y
dirijién–
dose
al
inmenso pueblo que se agolpaba en
toda.~
direcciones dijo con toda
la
fuerza de su voz:
Alz..
ul
todos .. las
manós
y diga. cada
~no.
-"Juro a Dios,
i
a Santa Mari:t,
í
a
la
señal de la. •cruz, a.laa palabra¡
de los Sañtos Evanj!)lios, que seré en fa-vor
i
defension,
i
ayuda. de la Santa
Fé Cathólica, í de la Santa Inquisicion, oficiales
i
ministros de ella,
i
de
nwnifestar
·i
descubrir
todos
i cualesquiera Herejes, fautores, defensores
i
encubridores de ellos, perturbadores, e impedidores de dicho Santo Oficio; i
que no les daré favor
ni
ayuda,
ni
los encubriré; mas luego ,que lo sepa,
lo
1·evelaré,
i
declm·aré a los señores inquisidores,
i si, lo contrario hiciere, Dio..
me lo demande, como a aquel o aquellos que a sabiendas se perjuran.
"Dijo lnego ellejente digan todos:
Amen."
(:!)
(1)
Bermudez, páj.
9f.
(2)
!bid, páj.
132. Como se ve por este horrible juramento en mastt,
h
de!acion qu..
da.baconsagrada
casi
como
tm
dogma;
y
tal
el:&
en efecto, porque
a.sicomo
la
prim–
pregunta del confesor modem<> es
si
el penitente
luJ,
comprado
la
bula
de
la
crt~::ada,
así
en aquellos tiempos
la
primera indagacion de conciencia er¡¡.
ti
se había traJadA ron
un hereje
y
qwién e1·a l..ste.
Y a en otra.
parte
dijimos con
el
testimonio del testigo de
viata
Stevenson <¡ue e1
S&C6
del archivo secreto de
la
Inquisicion de
Lima
varios denuncios de herejes hechOS" por
sus propios confesores: Pero, aparte de esto, existe
actnalmente
en
Samiago
un
respe.
t:J.ble caballero que, habiéndose confesado en
Lima.
en 1817, cuando tenia solo 17 Mlos,
se vi6 obligado a
sot~tener
una profunda discusion teol6jica
COil
su confesor, que era un
padre Forras de Sant• Domingo, respecto de
si
debía denunciar o no
al
malop-ado
1
FRANC.
XOY.
17
~
40