GAP. Xll-NL'EVOS PROCESOS
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en que después de traído nuevamente el reo á las
cárceles, se le leyese su sentencia en la sala de la
audiencia, en presencia de seis frailes sacerdotes
de su Orden, que abjurase
de levi
y
quedase suspen–
dido de predicar y leer
teolog.íapor cuatro años,
desterrado por el mismo tiempo del reino de Chile,
privado de voz activa
y
pasiva por dos años, con
reclusón en el monasterio de su Orden que le fuese
señalado por cuatro meses, y que en ellos no ad–
ministrase sacramentos algunos, y en los primeros
dos meses no dijese misa.
Apeló el reo de esta sentencia, con acuerdo de
su letrado, y sin haber cosa de
nuevo~
se concluyó
en segunda instancia y se tornó á ver con Ordina–
rio y consultores, y «en conformidad se confirmó
la sentencia de vista, con que la suspensión de
predicar se entienda que pueda declarar el Evan–
gelio y decir
y
hacer la doctrina en pueblos de in–
dios; y habiéndosele leído la sentencia al reo en
presencia de los frailes, y mandádole que abjura–
se, dijo que apelaba de la sentencia, como
ten.íaapelado, y que no consentía en ella, con palabras
y actos libres y como hombre colérico y de poca ·
consideración: dijósele que la sentencia se había
de ejecutar, y que, ejecutada, seguiría su justicia
como le pareciese, y mandósele que abjurase,
y
fray Francisco de Salcedo y fray Luis <le Vargas; el domínico fray
Pedro de Vergara., fray Francisco Moncalvillo, de la Merced,
y
el
bachiller Pedro Cobos, cléeigo.
Á
algunos de estos tachó el reo por
enemigos suyos; de Moncalvillo dijo que era tenido por de mala len–
gua,
y
del bachiler Cobos, por fin, que estaba reñido con él por ciCJ;–
tas competencias que sostuvieron acerca de nna pt·ocesión, habiendo
tenido que nombrar juez conservador contra él.