Previous Page  317 / 462 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 317 / 462 Next Page
Page Background

302

INQUISICIÓN DE CHILE

Por solicitantes fueron también presos en San–

tiago, á mediados de 1580) Guillermo de Villa,

clérigo; poco antps los franciscanos Fray Diego

'l'enez ó Atenez, de más de cincuenta años, que

habiendo ido al Perú en busca de frailes de su Or–

den fué denunciado en Lima en Marzo de 1575, y

tres años más tarde en Santiago, cuya causa se

mandó suspender por orden del Consejo mientras

sobrevenía más probanza;l3 fray Pedro Melgar que

se fué á España, denunciado también en Santiago

y en la misma fecha por una madre,

á

nombre de

su hija, niña de trece años ele

edad,ll

con cuya

causa sucedió otro tanto.

l<ts iglesias parrochiales, atento á que no estab<t infamado pública–

mente de este delicto de solicitar

in actu, con(esionis,

y

pasados los

ocho a!'ios, su edad no ser<\. poca, y dir\ muestras de que habrá en–

mienda." Pablo García, el famoso secretario de la Inquisición, puso

de su letra esta nota, en respuesta á lo que decía el Tribunal de

Lima: «Que sin embargo guarde lo que está ordenado y se le mande

que perpétuamente no confiese mujeres." Y así se hizo.

Cuando Cobertas murió, otro fraile de su Orden llamado fray Jeró–

nimo Peila, hizo que un indio lavase el cuerpo del difunto, y que en

seguida le vistiese el hábito de Santo Domingo, lo que le valió un

proceso inquisitorial pan averiguar si eso lo había hecho «por cere–

monia,, que, «sabida la calidad del reo, decía uno de los Inquisidores,

se podrá rastrear."

Contemporáneo de este reo fué un fraile f1·anciscano de su mismo

nombre á quien Nicolás Antonio,

Bib. Hisp. nova,

Il, 680,

atribuye

un libro Intitulado

Remedio de pecadores,

Alcalá,

1572, 12.o,

noticia

repetida por don Juan Catalina García, en -su notable

Ensayo

de

una

tipog,·afía complutense,

pág.

148.

13

La testigo expresó, preguntada acerca de la opinión en que se

hallaba el confesor, uque tenía fama de muy siervo de Dios.,

11 'cuando ocurrieron los hechos materia ele la testificación, la niña

no contaba aún diez años. La madre dice que upo el caso porque

su hija «Se tardó mucho en el confesonario y dió nota de ello en

1;¡,

dicha iglesia á los que la vieron entrar en el confesonario y se lo di–

jeron

á

esta testigo, en especial Sancho de Ribera y una mujer, di-