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INQUISICIÓ~
DE CHILE
las declal'ó;
y
que las escrituras de los cuatro
doctores de la Iglesia no tuvieron autoridad, por
que no eran todos santos, y que Santo Tomás las
vino á declarar y concordar
y
no otro ninguno;
y
en otro sermón dijo el reo que Adán había perdido
la fé y esperanza
y
caridad por el pecado de deso–
bediencia que había cometido contra Dios Nuestro
Señor. ((Iten, dijo el reo que en todos los estados
había disensiones y guerras, hasta en el colegio
del Unigénito Hijo de Dios,
y
esto por inadverten–
cia del Unigénito Hijo de Dios.»
Fué también testificado de que en unas honras
que se hacían á cierta mujel' que llevaba el hábito
de Santo Domingo y regalaba al reo, siendo viva,
en el sermón de sus honras sostuvo
q~e
estaba
colocada en el cielo, y que, si no lo probase, no le
tuviesen por hijo de Dios, haciendo algunas com–
paraciones de su sepulcro con el de Jesucristo.
Iten, hubo testigos de oídas que acusaron al domí–
nico de ·haber dicho que el estado de casado era
más perfecto que el de la religión, cosa que re–
sultó falsa.
Añadían con respecto
á
él los Inquisidores que
era hombre muy colérico y porfiado, que estaba
notado de beber demasiado, y testificado de te–
nerse por gran letrado, ((y que lo dice ansí.
n
Mandado prender y enviado, en consecuencia,
de Chile, fué metido en las cárceles secretas, hasta
que, recibida la causa á prueba, se le mudó la
carcelería á una celda de su convento. Ratificados
los testigos en Chile y hechas por el roo sus de–
fensas,
9
y visto el negocio en consulta, fué votado
9 Los principales te tigos contra Quintero fueron los franci·canos