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INQUISICIÓN DE CHILE
Apostólica~
pongan en ejecución cualesquiera co–
sas tocantes á su Oficio,.para exaltación de la fé
católica. Así que, como cada día se aumente más
la multitud de herejes, que por todas vías
y
artes
procuran destruir el Santo Oficio y molestar y ofen–
der
á
los ministros de él, hános traído la necesidad
á tal término que nos es necesario reprimir tan
maldito
y
nefari.o atrevimiento con cruel azote de
castigo. Por tanto, con consentimiento
y
acuerdo
de los Cardenales, nuestros hermanos, establece–
mos
y
mandamos por esta general constitución,
que cualquiera persona, ahora sea particular
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pri–
vada,
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ciudad ó pueblo,
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Señor, Conde, Marqués
ó Duque, ó de otro cualquier más alto
y
mejor tí–
tulo, que matare
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hiriere ó violentamente tocare
y ofendiere, ó con amenazas, conminaciones y te–
mores, ó en otra cualquiera manera impidiere á
cualquiera de los Inquisidores ó sus oficiales, fis–
cales~
promotores, notarios
ó
á otros cualesquier
ministros del Santo Oficio de la Inquisición,
ó
á
los
Obispos que rljercitan el tal oficio en sus obispa–
dos
ó
provincias,
ó
al acusador, denunciador
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tes–
tigo traído ó llamado, como quiera que sea, para fé
y testimonio de la tal causa; y el que combatiere ó
acometiere, quemare ó saqueare las Iglesias, casas
ú otra cualquiera cosa pública ó privada del Santo
Oficio, ó cualquiera que quemare, hurtare
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lleva–
re cualesquier libros ó procesos, protocolos, es–
crituras, trasuntos ú otros cualesquier instrumen–
tos ó privilegios, donde quiera que estén puestos,
ó cualquiera que llevare las tales escrituras
ó
al–
guna de ellas,
á
tal fuego, saco ó robo, en cual–
(\uiera manera> ó cualquiera persona que se hallare