LA Il'\QUISICIÓN
tad, se debe prevenir
á
V . S .
I.
qu e, por ser estos
casi siempre cri oll os, esto e , nacid os en aquellas
pa rte , lo, he call ado por fu ert es rn zo nrf'
CJllE'
1engo
para ell o.
<< La primera, porqu e la cali dad de! IlD cimien1o, tan
n ecesari a para la limpieza de este tribnnn l, en aque–
lla
par tes seri a mu y dificil a-verig na rlD. La se–
g unda, por el general y no mal fu ndado co ncepto
qu e ti enen los europeos el e la m0la condu cta ele
crioll os. La trrcera, por la facilid ad
é
in co ns ta1Ycia
casi innata el e las costumb res del pais . muy di s tan te
de la graYedacl
y
entereza sólida tnn
11cce~a ri a
en
un os mini i ros del Sa nto Ofi cio, qu e en e, la li nea
deben ser impecable. , ó
á
lo men o::;-,
tenido
por
tale. y respetado . P ero esto nada emba raza para
que, si se halla, en suo·eto. exceptu <1clo
el e esta ge–
nerale
im pre ione , pueda \ .
.
J.
echar mano
de ello con el acier to que acos tumbra el Santo
Oficio.
«Y
si sobre alg una ó alg un as de estas es pecie in–
sinu adas se ofreciese repa ro
ó
difi cultad de con side–
ración, el in forma_nte da rá
ati, facc ión con igual
gu s to qu e reco nocimiento.>>
1
•
Con vista del proyecto, pidióse inform e al je uita
P edro de Sa n Cri tóbal, procurador de la provin–
vin cia de Filipinas, qui en manifestó qu e_la especie
le pa
rec.íatan ace rtada que la ven era ba <<como veni–
da de la mano el e Di o
.»
La cuestión estribaba en
pr oporcionarse lo a rbitrios n ecesarios para costear
el establecimiento
y
asegurar la vida del tribunal.
1.
Inqui"sición de Méxic<?, legajo 3.