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LA INQUISICIÓN
cibió la carta
y
la patente denunciada, hizo califi–
car la proposición materia del e crúpulo á los padres
jesuitas Franci co Javi er Lazcano
y
Juan Francisco
López, que opinaron que la patente podía correr en
la forma en que estaba,
y
des pué de haber practi–
cado otras actuaciones, remitieron todo al Con ejo,
donde se mandó que por entonce. no e hiciese no–
vedad en la patente denunciada.
1
La toma ele 1\Ianila por los in gleses, el dia 5 de
Octubre ele 1762, llevó un tra torno considerable
á
las co a del an to Oficio rn Filipinas. Con la tur–
bación que embargó los ánirnos con aquel uce o, no
se extrajo ele la ciudad todo lo que hubiera sido de
desear,
y
en e e caso se hallaron les papeles de
la Comisaria. En lo primeros día ele la ocupación,
aunque penetraron los in gle e en la celda del co–
misario, no se cuidaron de lo. papeles inqui sitoria–
les; poro el 12 de 1Iarzo,
1111
inglés católico
y
aquel
mismo D. Cé ar I<allet que había sido penitenciado
por la Inqui ición , aYisaron al comí ario Fr. Pedro
Luis de Si'erra, que se le mandaría prender por
el Gobierno británico
y
llevar
á
su Consejo todos los
papeles que guardaba . «Con esta noticia, refiere el
P . iorra, entregué
á
las llama::; cuanto contenía el
archiYo, para que nunca percibie e el enemigo he–
rej e lo que el Santo Oficio re ervaba.>> Fué, ·en efecto,
apresado el día 21
y
puesto luego en libertad, pero
el24 volvieron dos oficiales
y
un piquete de solda–
dos á registrar el archivo, con pretexto ele que había
r.
Carta del Tribunal, de r6 de Abril de !763,
y
acuerdo del Con–
sejo de31 de Agosto del mismo año.