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LA INQUISICIÓ_N
teria, debiendo limitarnos
á
indicar brevemente
los libros y autores que en Filipinas merecieron ser
denunciados ó condenados por el Santo Oficio.
La primera denunciación que hayamos encontra–
do corresponde
á
los fin es del siglo XVII
y
preci–
samente á un dominico, el P . Fr. Baltasar de Santa
Cruz, por su libro
1-fistnria de Barlaam,
denun–
ciado á la Inquisición el 23 de Febrero de
1696
po1~
Fr.
Ju an de Paz.
1
Dióse á lacen ura de Fr. Juan Bautista :rvféndez
y
Fr. Agustín Dorantes, y en su consecuencia se
mandó en 3 de Marzo qu e se tilda e al folio 65 vuelta,
desde la lín ea segunda ha ia la palabras
de por si.
Notifieado Santa Cruz, respondió con un largo escrito,
que se recibi ó en
Iéxico en 7 el e Enero de
1699. "\
ol–
vió á la eensura ele lo mismos,
y
á la de Fr. Pedro
Antonio de Aguirrc y Fr. Diego I\Iarín, resolviendo
el
Tri~unal
en definitiva que se guardase lo resuelto .
La
Crónica
del P.
an Antonio fué denunciada,
prin cipalmente por la frase: «quedaron nuestros mo–
narca católico , no sólo cm peradores supremos de
las India en lo terrenal, sinó en lo e piritual
y
ecle–
siástico;)) pero no parece que al respecto se tomara
resolución alguna.
Hubo otro
libro
ele autO!' filipino, impresos con
1.
Fr. Juan d
Paz, prior del com·ento de Santo Domingo de Ma–
nila en 1678, en cuya fecha tenia 56 años; electo colegial de SanGre–
gorio de Valladolid y después del de Santo Toma!' de Sevilla, don–
de leyó a rtes antes de ser sacerdote. «Después aca, ha más de 26
años que ha leido artes
y
teología veces di\·ersas en Santo Tomás
de Manila; ha sido regc::nte de estudios y rector de dicho colegio.»
Carta de Fr. Juan de los Ange'ies al Santo Oficio de México, de
r5
d e junio de 1678.