162
LA INQUISICIÓ)I
entre las dos religiones; la cual certificación me pa–
reció precisa por no pe>cler yo remitir á ese santo Tri–
bunal los libros, que ólo he perlido prestados para
este efecto. Acl vierto si que el manuscrito de sermones
que allí cito, anda muy esLimaclo entre los padres mi–
nistros y hay ele él bastantes copias .
«No obstante r¡ne lo do RR . PP . que á la vuelta
firman son mini tros antiguos en esto. pneblos de
tagalos, perito en e ·Lo idioma, el uno lector jubi–
lado y el otro también ha
ido lector en osa ciudad,
croo que no faltar·in alguno
religiosos intelligentes
de esta lenaua tagala. ToLlo lo pongo á el juicio de
Vuestras Senol'ia:-;, quedando siempre obediente
á
sus mandato . Dios, nuo tro eñ.or, conserve á Vues–
tras Seiíorías en
~ u
diYina gracia, como se lo pido.
-En e te de Nuo tra Señora de Guaclalupe, en 4 de
Julio de1772.-IIustri imos, efloreslnquisidores.–
B . L. M. de vuestra. Señorías Ilustrísimas su menor
capellán y orv idor--Fr.
Easebio Pnlo .,,
r
Las propo.- iciono denunciadas, traduciclns del
la–
galo, se referían al tomo
manu ~ crito
ele
Sermones.
«En un li bro impr · o del mismo P . San Jo é, don·
de está el indico do todas sus obra , se hace men–
ción ele este libro rnanusc1'ito,
S ermones de Santos.
El mismo
R.
P. feay Frr1.nci , co de
an Jo
é;
en un
libro muy pío y utili imo
á
todos, intitulado
Memo–
rial de la vida cri tiana,
en lengua ta.gala, impreso
segunda voz en l\léxico, ano do 1692, en la segunda
parte, pag. 151, ele.))
Pero las cosa
no parat·on ahí, sin ó que, conti-
r.
lnq uisición de .i\\éxico, legajo
20.