EN LAS ISLAS FILIPINAS
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en casos semejantes,
y
se acordó desentenderse de
lo tocante
á
Ovando, en atención
á
que le iba ya su–
cesoe.
Otro tópico que comenzaba
á
preocupar por en–
tonces la atención del Santo Oficio era la ccsceta)) de
los franemasoncs, deJa cual no faltó también alguno
que la repre entnse en las Filipinas.
En efecto, en
10
ele
Enero de
1756,
se llamó en
Binondoc a D. Ecluarclo \Vogat, natural ele Dublín,
paraquc declarase,
y
dijo ser frnncmasón, n1édico;
y
en
12
ele Febrero
á
D. Diego O'Kcnnedy, comercian–
te, también irlandés, ambos Yecinos de 1!aJJila, Jos
cuales, despucs de contar las fórnmlas ele su ingre–
so y profesión en la secta, fueron absueltos
ad cau–
telam,.JJOr
la buena, cri!::>tiana y católica
di ~ po
ición
que halló en sus personas el P. Fr. Antonio Ca–
longe, religioso de Snnto Domingo
y
comisario del
Santo Oficio en aqueli<J:=; Islas, haciendo oficio de
notario el P. Fr. Pedro
Ltt
is ele Sierra, calificador
del mismo Tribunal.
r
Por esos clias denunciaron al comisario Calonge
algunos escrupulosos el tenor ele una patente irÍl–
presa que se daba en Manila
á
los que profesaban
en
la
Orden Tercera de San Francisco, obligán–
dose
á
defender la Concepción Inmaculada de .Ma–
ria Santísima ccen el sentido que en adelante tLwiere
lareligión serafica.>>
2
Luego que en el Tribunal se re-
r.
Carta del Tribunal de México, de 8 de Diciembre de
!757.
En el Consejo se puso el reparo de no haberse expresado la causa
que precedió para llamar
á
estos irlandeses. ya que la orden deí
Consejo de
21
de Agosto de
I75r,
sólo hablaba de los que se prcsen–
~aran
voluntariamente
á
declarar.
2.
Carta del comisario al Tribunal, Binondoc, 3 de Junio de 17S6.