30
LA Il\'QUISICIÓN
posible dilatar por más tiempo la causa, los jueces
delegados del Obispo dictaron la
sentm~cia
siguiente:
«Visto por Nos el doctoc don Fernando Palacio
Alvarado, arcediano desta Santa Iglesict, provisor
é vicariq general deste obispado, el licenciado Bal–
tasar de Villalobos é' Fr. Marcos Xofre, guardián
del convento de San Francisco de dicha ciudad de
la Plata, el licenciado Bartolomé Alonso, vicario
de la villa iri1perial del Potosi, jueces delegados
y
de comisión ·por el ilustrrísimo
y
reverendísimo
señor don F1·. Domingo de Santo Tomás Navane-
. te, maestro on sancta teología, obispo deste obispa–
do,
inqu~sidor
ordinario
y
general, del Consejo de
Su Majestad, el pleito que se ha t1·atado en esta ·
A~1cliencia
episcopal entre partes, ele la una, el li–
cencia.doJuan ele
Ar~valo,
promotor fiscal de la In–
quisición ordinaria, acusante; é de la otea, Francisco
de Aguirre, gobernador de la provincia de Tucu–
rnán, reo acusado:
«Fallamos, vistos los abtos é méritos deste proce–
so é todo lo demás que cerca ele él fué necesario
verse, que para la culpa que contra él resulta, le de–
bemos ele condenaré condenamos en dos atios é más
tiBmpo de prisión que ha tenido, la cual declaramos
usando del lenguaje violento que respira toda su carta, añade, «Si–
nó que los ministros y el juez que fueron en prender
á
unos hom–
bres tan facinerosos son perseguidos contra toda justicia, algunos
diciendo que no hay en estos reinos jueces del Santo Oficio, y otras
desvergüenzas, y esto porque ellos son supremos y no querrían que
hobiese otr<'S mayores,
y
también por dar contento al oidor Ma–
tienzo, porque lo mismo haga él cuando se ofreciese,
y
esto porque
casó su hija con el que estaba preso por el Santo Ofieio, pensane\o
que su hija ha de ser gobernadora: y desto ha crecido grandemente ·
el bando de losqut:: van
y
se levantan contra la ley de Dios
y
contra
su Iglesia
y
ministros della, que no saben las gentes
a
donde pa–
rara.» Carta citada de 23 de diciembre de IS67.