BN EL RÍO DE LA
PLATA
29
pesos, y aún procuraron que nadie me prestase ni
me fiase,. para que me muriese ... ))
<<Jueces que esto hacen, continúa luego el viejo
soldado, dirigiéndose al virrey Toledo, ... vea V. E.
·si son jueces ó tiranos, si desean servir al Rey ó
alterar la tierra, pues no podré contar á V.
E.,
por
más memoria que tenga, la décima parte de las ex–
porbitancias que esos dos jueces han hecho contra '
mi y yo he sufrido. Procuraron lambién con todas
sus fuerzas quel Obispo me inhabilitase ó me des–
terrase ele Tucumán, y tratar'on con don Q-abriel
Paniagua que pretendiese la gobernación ... Y favo–
reciendo el don Gabriel á Jerónirn'o Holguín, que al
f1n bal>ia sido condenado
á
muert0, por manda-
do del Presidente importunó al Obispo que le diese
las cosas del proceso; que deeian que babia en él
solo para me infamar; y al fin, por pura importu–
nidad, porque docian que si no lo daba, decían el
Presidente y Haro que le condenarían
á
muerte, y
ele otea manera nó, el Obispo les dió la ·sentencia
y
la consultaeión, sin hacer al pieito más que un li–
bro de Arna.dís, todo con dañada intención
y
á efec–
.to de me infamar...))
En
medio de estos sinsabores había pasado, pues;
Aguirre bien cerca de tres aílos.I Cuando ya no fué
1.
Hemos visto que así lo afirma Aguirre. El ObispQ Santo To–
mas, en carta de 6 de junio de
1~69
al Consejo de Indias, dice
á
este respecto que el reo «estuvo preso
mis de dos años».
Para jus–
tificar esta larga demora, agrega qu1e «como las cosas hablan pa- ·
sado en aquellas provincias (de Tucumán) de donde cuando se tra–
jo preso vino la
sumaria, fué necesario gastarse tiempo para
acabaFse de concluir.»
El licenciado i\lartínez cuenta por su parte que con motivo de la
protección que Matienzo dispensaba al reo después del casa–
miento entre los hijos de ambos,
y
valiéndose de la ausencia del
Obispo, consiguió que los presos no <(guardasen carceleria,n
y