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LA IN.(QUISICIÓN
que dirigía á Ponce en sus ausencias, refiriéndose
al mismo juez, poníaen el sobrescrito «A D. Fulano,
mi marido, á
pesar.debellacos»;
qu~·
en el camino á
·Litna se procuró otro amante y que cuando _iba á
presentarse al Tribunal, decía á las personas que
salian á darle el pésame, «que su negocio no era
nada, q-ue se escandalizaban los que no lo entendían,
que todo lo habían de hacer dineros.))
A tan honrada hembra no le valieron, sin embargo,
disculpas y hubo de salir en el auto de fe·con v.ela
y coroza, en forma de penitente, abjuró
de
le~Ji
y ·
pagó mil pesos de multa para gastos del Santo Ofi–
cio.1
En
1597
fueron procesados por solicitantes los si–
guientes frailes, todos de la provincia de Tucumán:
Fray Francisco de ;Riofrío, hombre de 67 años;
Fr. Diego de Chávez, Fr. Gaspar de Frías lVIiranda
y Fr. Alonso Diaz, de edad de sesenta y dos años,
mercenarios; Fr. Al.onso Díaz Vizoso y Fr. Antonio
de la Oliva, franciscanos;
y
el clérigo Juan Silves–
tro, que además de solicitar á sus hijas de confesión,
vivía desenf.renadamente.
·El dominico Fr. Francisco Vásquez, natural de Lo–
groho, quedaba preso desde Diciembre del af;o an–
terior por proposiciones, mientras se ratificaban los
testigos que habían declarado contra él en la Domi–
nica y en 'J'ucumán.
A su respecto encontramos en el expediente do vi–
sita de Ruiz de Prado el siguiente párrafo:
«923.-Fray Francisco Vázquez, dominico, admi–
nistrador que fué del dicho obispado de Tucumán
por el dicho Obispo, está indiciado de haber dicho en
1.
<}(elaciones de causas,
t.
Il, hoja 336.