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LA.
INQUISICIÓN
1;1es y entró en la Mar del Sur venia con
él.
Este reo
fué preso en la ciudad de Buenos Aii'es del Río de la
Plata., con otros dos ingleses, y el uno de ellos murió
en el Paraguay; éstos, con otros, se perdieron en el
dicho Río
y
dieron con otros once compañeros,- que
todos fueron trece;en tmos.indios de guerraca.ribdes,
que comen carne humana,
y
habiendo estado entre
ellos trece meses, se huyeron, y en una canoa se atra–
vesaron el río dicho de la Plata y fueron á la dicha
ciudad de Buenos Aires, que es población de espa–
ñoles en la propia ribera del río,
y
es de las provin–
cias del Paraguay; de allí les llevaron á la ciudad
de la Asumpción, á donde estaba el gobernarlor
d~
aquellas provincias y el administrador eclesiástico
de ellas por ausencia del obispo; el reo, con otro su
compañero, fueron Ll'aidos por tierta desde el Para–
guay hasta un puerto de mar que está doscientas y
cincuenta leguas de esta ciudad, que se llama Ari–
ca, y de allí vinieron por mar hasta el puerto de esta
ciudad, que hay al pió de ochocientas leguas desde
Buenos Aires hasta aquí. En la primera audiencia
que con él se tuvo confesó que se había comulgado
y confesado al modo que lo hacen Jos protestantes en
Inglaterra; tu viéronse con él cinco audiencias, con
esta primera} en las cuales dió cuenta del viaje del
capitán Francisco cuando entró en la Mar del Sur, y
del viaje en que él se perdió; después en otra audien–
cia y en otr{t más adelante antes de la monición pri–
mera, confesó que había sido luterano, y pareció ser
buen confitente, y se tuvo buena esperanza de con–
versión; fué votado su negocio á que el reo en aucto
público fuese admitido á reconciliación en la forma
común, y el hábito fuese por tres
afio~,
y este tiem–
po estuviese recluso en un monasterio y no saliese