120
LA INQUISICIÓN
hiendo dado, dicen los Inquisidores, muestras de
contóción
y
arrepentimiento, salió también en la
misma forma que su compañero
y
se le penó en há–
bito
y
cárcel perpétuos
y
en que sirviese cuatro años
de galeote á remo
y
si.n suoldo.
En 1592,
y
fuera de auto, se falló la causa de Ma–
nuel Rodríguez Guerrero, secretario del Gobemador
de Tucumán, quefué encausado por el Obispo por–
que habiéndose retraído en la iglesia un hombre qtte
se había acuchillado con otro,
y
negándose los al–
guaciles á penetrar en el sagrado recinto, Hodríguez
entró en la iglesia,
«y
volviendo las espaldas al San–
tísimo Sacramento y desacatándose á él, con la espa–
da desnuda tiró muchas cuchilladas y estocadas al
retraído, el cual tenía una cruz en las manos para
defenderse,
y
con las acuchilladas la hizo pedazos)).
Con este motivo, el Obispo mandó prenderle,
y
habiéndosele negado el-auxilio del brazo real, puso
cesación
a dir:Jinis
en. la ciudad
y
citó al reo para
que compareciese ante el Santo Oficio.
Cuando se presentó allí, tenían ya en su poder los
Inquisidores una cedulita que se encontró en una
espada que el reo había vendido, que era una espe–
cie de ensalmo para que sus enemigos no le ofendie–
sen en la pelea,
y
la deposición de dos testigos sobre
cierto escándalo que diera respondiendo á dos pre–
dicadores que reprendían el poco respeto que se te–
nía en aquella provincia á las cosas de la Iglesia.
Diósele la ciudad por cárcel,
y
en la primera au–
diencia dijo Rodríguez ser cristiano viejo,
y
que en
cuanto
á
lo de las cuchilladas
á
la cruz, no era cul–
pable, porqne el aposento donde estaba metido el roo
era tan oscuro que nada pudo distinguir; y que en
cuauto
á
lo de los frailes, que uno de ellos había di-