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tros no

siendo ·obispos, que siendo1o."

El P. Suare:::

se expresaba en térnünos fuertes respecto de aquellos-.

que 1niraba11 mal este voto-" se han atrevido

á

re–

probarlo"

--voturn hoc ausi improbare.

38.

Hacen ademas los profesos otro voto, de que·

los que por n1andato del superior sean obispos, se obli·

gan

á

oir los

cons~jos

del general, en la aclnünistra–

ciou del cargo.

El P.

Suarezjustifica asi este voto–

".se pone algun rernedio para consultar la salud del

profeso elejido, la mayor edificacion de los prójin1os,

y

la rnayor union del nuevo obispo con la cotnpañia."

Pero ¿el obispo necesitaba indispensablernente los

consejos del general?

¿No habría otros consulr.ores,

y

tal vez jesuitas, en el obispado? Y sin el general

¿no se consultaría

la

salud del profeso

y

la ediiicacion

de los prójimos? Quedaba pues única1nente

la

terce–

ra

razon-la

'mayor

union

det

jesuita con

con~pañia .

Razon que 1nuchos generales aplicarían

á

belleticio

de

la con1pañia contra la dignidad del episcopndo,

y

á

Ja

que se conforn1arian n1uchos jesuitas, pues eran

an–

tes jesuitas que obicpos.

Sube de puuto la dificultad,

cuaildo los lectores sepan

del

padre jesuita, que

"el

obispo está

obl(qado

a

poner en práctica el consejo del

general en juzgándolo mejor."

Y

¿cuantas veces le

parecerá al obíspo n1ejor su concepto que el del

P.

general?.

El P.

general hacia las veces de

J.

C.

y

su

palabra. debía, ser oicla por el jesuita, con1o si de Dios

nüs1no procechera.: ¿el ser obispo el jesuita le despoja–

ba de su antigua coudicion

y

de sus hábitos de obe–

diencia

ciega'(

..39.

Estas dos palabras-obediencia

ciega

ministran

·otro ajente poderoso en la compañia para llevar ade–

lante la donünacion. El

P.

Rivadeneira dedica varios

capÍtulos alaobediencia ciega,

y

dice entre 111Uchasco–

sas así- "Lhtrnase obediencia ciega en la relijio11,

e<

cuando el que obedece, no usa de la luz de su pro–

t<

pio entendinliento para exanünar

y

juzgar, si

e~

((bueno

ó

malo, útil

ó

inútil [cuando claran1ente no·

~

es

contra J)ios]

sino

que con.

toda silu

plicidad

y

co-