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.eon1pañia no tenia
premio
para
las letras,
y
t1·ataba.
de
Ia
1nisn1a n1anera al letrado que al ignorante.>)
Decir
estas
y
1nas cosas
un
sincero
y
docto jesuita, no es
rrli–
nistrnx datos para formar buena
y
ventajosa idea
do la
educacion que daban los pad1tes ele la con1pañia en
ht
parto intelectual
á
la jnventüa.
46.
Otro padre jesuita, autor del libro
intitu1a.do–
Mona/rquia de los solipsos,
se
expresaba asi-"IJogra en–
tre estos n1ayor fama
el
que enseña 1nas estravagan–
eias,
y
descubre 1nas inventos sin el menor respeto
á.
la
vm~dad,
sino sacar a1go de nuevo
y
no publicado.
En las públicas tentativas de estudiot:; no tanto
~scn
charás metódicas disputas, cuanto fuertes rencillas sin
formalidad, quedando vencedor quien dá rr1as
~oces.
Las cuestiones de Jfiloso:fia son casi
á
este
tenor~¿
los
escarabajos hacen las bolillas paradigrn¡iticarnente?-¿Lo.s
.
puntos
rnaten~áticos
son recipientes de los espíritus?- ¿El
ladrido de los perros causa m.anchas en la luna.2-
T.
as teo–
lógicas se reducen
á
estas-¿Se
pomrá establecer la
navc–
gacion
en
los paises irnaginarios?-¿Son coloradas las al- ·
1nas
de
los dioses?-Y
no solo
á
los que desprecian es–
tas cuestiones, sino tanlbien
á
los neglijentes en apren–
derlas, los reputan por contraventores
á
la religion.>J
Quien dijese en defensa de los jesuitas, que no ellos
solos tenían estas estravagancias, no los
habrá
reco–
lnendado por cierto en su tarea de educar
á
la juvcn–
ttul.
Y
es de notarse, que en esta con1o en otras 1na;
terias, los jesuitas tenian una parte propia snya,
y
era
]a
de
singularizarse, para sobreponerse,
á.
n1érito
de su
índole particular, con1o lo
vmJ1n
despues los lecto1·es
en doctrinas n1orales.
47.
Un escritor de la última época del reinado de
Luil!;
XV
se expresaba de esta n1anera-"La. educacion
qne los j esuitas clan
á
la juventud, tiende al espíritu
ultran1ontano,
y
al de la Inquisicion, fuera del espíei–
tu do partido
y
los antiguos prejuicios. Su
plan
de
es–
tudios,
si tal non1bre puede dárselo, podía convenjr
á
tien1pos en que se procuraba sacar
á
los pueblos de su
profunda ignorancia. Y no obstante, el libro ele Aqua–
viva rige al presente en las escuelas
e~~
los jesuitas ..,