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Sff--

~r

aoatc

Geclovi"n,

que

fué

jesuita por'

·di.ez

años,

decf~

a~i-''Segun

la

antigua

rutina.,

se re

duce

la

educa~>>

cion de los nüios

á

una esfera sun1amente estrecha, .

>>donde

so

~onna:::

hombr es

muy

_l~mitados:

porque

aV

>>

cabo

de d1ez

anos

qu·e estos

1nnos han pasado

en.

>>

el colegio, tien1po precioso, el

n1as

precioso de

]!.t.

>~vida,

¿qué han

aprendido,

qué

saben?)>

E l

espíritu.

de

cuerpo

no adnüte libros extraños; está atrasado en dos

siglos.

¿Qué

pensar

de una

enseñanza,

fl ue ha

n1enes-·

~.ér

una órden de1

general

ó

de

la

congtegacion

gen:0.-·

Tal, para

carnbiar ulla

gramática, 6 pa;ra

sostener.

un.

sisten1-a de fi;:;ica 6 de astrononüa'? ¿Qué

pensar

de

una

institucion., donde

hay

quizá

rnas d.e cincuenta

rni1

pro–

fesores de

Filosofia,

y

no

hay

nn filósofo de

reputacion;~

rnuchos profesores de bellas letras,

y

pocos

libros bue–

nos

de literatura'? Quizá dos mil profesorcg de

lnate-–

lnútieas,

y

pocos rnatemáticos: dos·

ó

tres

oradores, q_ue·

tal vez

el

público· estilna mas que los

propios

jesuitas,

y

a1g.unos· sál>ios

que s·e han for1nado,

á

pes::tr

del. maL

J!létoclo

de

sus estadios,

con1o

Petan, Sirn1ond

y

al-–

guno::3·

.otros.

IIaciendo

1.0s

jesuitas

un

escoji1ni~mto··

de losj'óvenes

en los colegios, es

Ílnposible que

no

abun–

den

los buenos ingenios

eu la

cornpañia,;

poro con un.

curso

de

estudios Yiciosos; unos tnétodos

rnas que cle

í~ectu

sos; un círculo de

ciencias

recorrido

·rápidan1.en

t.e; dos años preciosos perdidos para los E

studios en e

l

noviciado;

nue\'O

ó

diez d.e

regencia en que

apenas·

aprenden lo que

enseñan;

todo ello pone

á

Jos jóvenes–

fuera

de

cstndo

de

poseer los

fnnda1ueutos de uua só–

lida

erudicion:

todo

der>onde·

ele

los principios

y

del

rnétodo .)>

48. D .

3

osB Seabra

Je

Silvn,

fiscal del rev de Por-

<1

1')

tugal, se

propuso

probar, que

desde

que

los

jesuitas

FJe

apoderaron de la educacion

er1

eso

reino, no se podía

n1ostrar

n ingnn teólogo de a1gun reJ)Onlbro en el

cle-–

ro

secular

y

el

episcopado;

y

n1n1-lifestaba

la gran

de-–

cadencia en

que

se

hallaba-1:1

las

ciencias,

en

el

n101nen-·

to· en

que los jesuitas fueron despedidos

de

Portugal..

Este li bro hizo una grande

ilnprosion,

y

encontró eco

en.España

y

Francia;

los

nu11cios

se apresuraron

á

enviarlo

á

l{oma.

El

cárdenal Torregifuü explicaba

el

atraso

de Portugal

por

]a

prohibicion hecha

á

l os

por tugu

...escs

de

frecuentar

las tuli

versid,aclos

extranjo~