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32 ___...,

41 . Pero la co1npañia no se contentaba con los adep..

tos

de las casas profesas,

y

de los colegios y de los

no.. .

viciados, sino que extendia sus largos brazos

á

las

fa–

nülias, á las ciudades por n1edio de sus

congregaciones.

N

o entraremos en detalles

y

exámen de términos, sino

en

la relacion de un hecho incuestionable. Gregorio

XIIT en

5

de Diciembre de 1584, instituyó la

prilneri~

congregacion de escolares externos,

y

otros fieles de–

votos de la con1pañia, dando facultad al general de es ..

tablec~r

otras fuera de H.o1na, con dependencia

de l!t

primaria., lo que fné confirmado

y

estendido por Six–

to V.

Los propios jesuitas hacían elogios desmedidos de

sus congregaciones: copiamos de la

lrnágen del prime?'

siglo

lo siguiente-"Se regocijan mas de pertenecer

á

»

estas congregaciones, que de los dmnas títulos que .

)) los engradecen: estos son de dignidad, aquellos de

)>

felicidad. Un obispo decía públicamente, que se glo_.

)) riaba n1as del título de

socio

de la congregacion, que

>>

del de obispo. Un gran señor declaró al morir á un

)>

sacerdote

nuestro,

que su esperanza la debía

á

la con...

)) gregacion,

y

mandó á su hijo que se inscribiese en

))

ella, pues no podía dejarle título 1nas noble ni mas–

)) rica herencia.))

lv'Iucho Inas hallarán los lectores en

los libros de los jesuitas, que hacían alarde de las obras

de

su celo. No es extraño que dijese

~1ontesquieu>>

yo tengo miedo á los jesuitas. Si ofendo

á

un gran–

)) de, él me olvidará,

y

yo le olvidaré

ó

pasaré á otro·

)) reino; pero si ofendo á los jesuitas en Ron1a, los en–

)) coutraré en Pari s,

y

n1e rodearán por todas parteR.>)·

Por eso uno de los generales de la compañia decía in–

jenuamente-"de

rrü

cámara gobierno

á

Paris,

{L

lru

)>

China,

á

todo el mundo.» Tenia, á mas de casas pro–

fesas

y

colegios,

congregaciones.

42. Los lectores que quierau pasar de vjsta el capí–

tulo l.

0

de la obra del conde de 1\1ontlosier-.i}Jemoire

(!Í;

consulter

encontrarán curiosos pormenores acerca de

una

eongregacion

que, con1o pod9r nlisterioso figuraba

en la escena del1nundo,

y

que estaba en relaciones con

una -sociedad célebre.

.

}T

eráu

qu~

si los jesuitas

aclqui-