•
33
~teton
una
gran
ilnport~ncia
por n1cdio
de l:1 enseñan..·
-za, aun rnas la han obtenido por un sisteTna particu–
)ar
de afiliacion :ls:
que en el
siglo
XVII
dominaron
]os jesuitas en Ale1nauia
é
Italia
por n1edio de las con..
:gregaciones,
y
la República de Génova tuvo que pro–
flibirlas, porque admnas de·ser pe1j udiciales al bien
pú–
·blico, juraban los cofrades no dar srrs votos en la elec–
cion de rdagistrados sino
á
los de la congregacion: que
la Francia se cubria de congregaciones, hasta querer
•eRtablecer]as en
el
ejército; qne
á
principios del siglo
.XVITI
lograron tener prosé1itos en cada regimiento,
y
los jesuitas escojian á los mas dóciles para formar
·u
u
a
congregacion del
sa,qrado corazon de María,
prome–
tiendo fidelidad, 'lo que 1novió al Gobierno
á que
pro–
:hibiera tales asociaciones: que en tiempo de
N
apoleon.
a.parecie.r0n, ·entrando en re1acion con
los padres de la
,fé,
que eran verdaderos jesuitas: que con la
restaura–
·cion
se reanünó su celo,
y
se organizó una correspon–
·, dencia secreta
en
toda la Francia: que
1a
policia fué
·· dada
á
Jos afiliados: que el espionaje, impuesto antes
;por el dinero
á
la bajeza, se impuso entóuces
á
la pro–
-bidad:
que la cán1.ara de diputados contaba ciento trein–
:,ta
de la congTe.c>'acion.
y
llegaron
á
ser hasta ciento cin-
'-'
o
J.
(
•cuenta;
y
que las fuerzas de la congregt:wion eran iu-
·mensas, c01npuestas del partido jesuítico, cuyo centro
·estaba en la
sapiencia
de .Rorna. ¡Qué campo tan vasto
·el de .los jesuitas,
y
cuantos instruntentos para exten–
•der
su
<lonünacion!
·43. N
o
d~jemos
de hae:.Ycrmérito, con rclacjon al
pun-–
~ to
que
tratan1os, del
epitafio
que se puso al sepulcro
-de
~an
Irrnacio,
y
es como sigue-"cualquiera
que
tú
>>
seas, yute representes en
tu
espíritu
]a
imá.gen
de!–
>>gran
P<.nnpeyo, de César
ó
de Alejandro, abre los
>>
~jos
á
la
verdad,
y
verás
aqu-í,
que Ignacio ha sido
>>
mas grande que todos estos con'quistadores.)) Buscar
térrninos ele con'lparacion al fundador de la
compaiha
de .Jesus,
no eutr.e
~los
varones apostólicos, sino entre
los
conquic t~dores,
era pensamjento muy extraño en
.la vída religiosa;
pero
era
1nu.y
franco
y
expresivo en
las
.i~1tenciones
de los jesuitas,
y
sobre todo del gene-
-
5