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ras,
y
á
los extranjeros de enseñar en
P
ortuga1.
Con
este motivo el P. Agustin Theiner, muy adicto
á
los
j
esuitas,cuando no cree hallarse de por n1edio
J
a
j
nsticia
y
la razon,
y
1nuy respetador del n01nbre del carde–
nal Torregi:::t,ui, se expresa
así-"E:::~ta
respuesta en–
vuelve contra la con1pañia una verda<l amarga
y
hu–
lnillaHte;-pues ella
c~rnprueba
que losje._uitas portu.
gueses, por lo n1énos en su pátria, eran incapaces de
forn1ar grandes ho1nbres. El uso de frecuentar las
universidades no puede ser la única cansa del estado
:rúas
ó
rnénos próspero de las ciencias en un pais; tal
e8tado depende únicaxnente de la habilidad de los
profesores. Y ¿no eran los
j~suitas
los que _,in1pedian
á
sus discípulos, en Portugal
y
otras partes, que fre–
cuentasen 'las universidades extranjeras?"
Y en verdad, esplanando el ptnsamiellto del
P.
Theiner, pudieran1os decir:, si en pueblos atrasados
seria suficiente
y
natural expli<;acion de su ignoran–
cia, la prohiticion que hicieta el gobierno de conlll–
nicar sus súbditos con otros pueblos adelc.ntados, no
puede serlo en aquellos que tuvieran dentro de sí
nlÍSlnos los n1edios <le ilustrac1on
y
adelauta1niento,
y
mucho menos cuanJo hicieran alarde de tenerlos, je–
suitas por ojen1plo, para la instruccion de la juventud. _
IJa ignorancia
y
el atraso serian en tal suposision
inesplicables; con1o lo serian las tinieblas en nn local
donde hubiese Inuchas entradas
á
la luz.
Pero habüt
ignorancia, atraso, tinieblas con los.padres jesuitas:
lueg-o no era lnz lo aue ellos comunicaban: luego cer-
~
~
o
raban los con duetos por donde entrara la luz.
¿Cual
es pues el tltulo, para alegar en favor de la con1pañia
los beneficios que ha dispensado á las Naciones, al
encargarse de la educacion de su juventud? Pues lo
que sucedió en Portugal es aplicable
á
todos los Es–
tados, donde si babia progreso en las e;iencias, no se
debería al influjo de
lo~
jesuitas, gobernados en todas
partes por unas nüsmas reglas,
y
encarrillados en su
plan de estudios.
49. El mismo P. Theiner pasa del Portugal á
Ale.
mania,
y
dice así-"en rnanos de los jesuitas estaba la
educacion de toda la juventud católica, tanto secular ·
COl110 eclesiástica.
¿Por qné no habían forn1.acl.o –
hon1brcs que
puc~iese1~ ~~~
n1.pl~:~arlos,
ó
parti~~ ~?n ello~