Previous Page  355 / 388 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 355 / 388 Next Page
Page Background

-

· 329

-J.

:ministrar frutos abundantes

á

los

que

viven juntos

pa·

ra ser felices, seria mas azarosa

y

su existencia mas fu..

nesta, que la invasion de los bárbaros, .que al eorrer

de los tiempos acababan sometiéndose

á·

la

civili~acion

de los pueblos conquistados. La fuerza moral lo con–

vierte todo en su sustancia

y

le infunde su espíritu.

Y

a

se ha visto, que el bien mismo que hacían los pa–

dres, era en servicio propio, en utilidad de la compa-.

ñia, cuyo interés no era

por

cierto el de

la

sociedad

civil.

142. Al tratar de los jesuitas

y

sus cosas, se nos

ha presentado una prueba espresiva, que aunque por

sí sola no b:::tstaba

á

instruir

y

convencer, era muestra

inequívoca, síntoma infalible, de que no tenían ellos

que contestar ni como satisfaceT;

y

este síntoma, esta

muestra ha sido-la

tenaz negativa

de hechos incuestio–

nables: n1iserable negativa, que los entregaba

a

ver–

guenza infan1ante,

á.

vista de sus propios documentos,

casi de su propia confesion.

U

na pertinaz negativa da

JYnuy mala idea de las personas .que,

á

sabiendas del

mal cometido·, se sostienen en negarlo, porque tiem–

blan en presencia del descrédito, sin embargo de co–

nocer que lo merecen. Mas ¿acaso la negativa es jus–

tificacion, ni disculpa siquiera?

¡Estraordinaria eondicion, singular

privih~jio

de los

padres jesuitas! Cuando tenían disputas con otros,

y

eran frecuentes, sien1pre estaba de. su parte

la

razon;

y

cuanto

se

ha dicho contra ellos repetidas veces, to–

do era falso,

calumnioso~

¡Admirable privilejio entre

tantos privilejios!

, ·

.

Volvamos á ruestro pensamiento: lejos de justificar

:ni

disculpar la negativa, descubre una falta mas, una

nueva culpa, un orgullo intolerable, que présta argu.–

mento poderoso

y

sin contestacion. Porque negar una

culpa probada, .es reconocer .que seria cul11a en quien.

la hubiese con1etido: ·de suerte que la pertinacia·de la

negativa equivale á una

verdadera ~

confesion; confe-H

sion arrancada,

y

desnuda del mérito que hubiese

te-

nido siendo voluntaria.

:

Pero

hay

en los padres una circunstancia, que hace

mas orin1inal su negativa.. No niegan como los demas,

que interiormente se vituperan

y

averguenzan; niegan

apoyándose

~n

sus fabricadas reglas d.e moral, di¡ijen

42