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1:;16..1 Ye(1 . coi!lq ~n1p·ezai'? qe~fig~t'~}\~Qf?S, , para
esclt~tr" la <yompa's.IOlJ.· Np, U19 e&~a-wro;s ),op, aqu~nt~s ~<?l
progreso ~ont,ra vos?tros, ni turb1~tr;oA. v~es~r~ ·~PO>;Z y
.liberütfl, suJo q,u~\ sq~s vo~otrqs los qU;y1pppeis. e.r~ con–
tr;:-..ste vu~stra p,ar-.y ~i})~r~ad con la paz .y liher,t
nuestras repúblicás~· EstaJpos co.ntra vpfjs~ras j).
siopes, .vuestras ~octrinas y 'práqt1~a.s. ?-~1tise>ciáles,,
contra el absolut1~1IlO devu~stros .ppnc1p1os. ~o p,er–
turb,alno~, i·e~petarnos vuestra libertad, peJ'P .4arlibertad
del d~recho, y vosotros no teneis la de · hac~· ,p1al-:. ni
.1JOf10trqs obligacion de s'ufrir ; ~ C,allqr J consentiros.
.No ,teneis l~zon ;para quejaro~:: P.orqpe h:¡tbeis dado
testi1nonio contra vosotros ·m1s1nQs" to~r;nando , VJ.les–
tro .nomb1'1B antiguo CQn sus titl~GÍQnes Y.·~u .J;ij.sto–
ria: ya os hemos agradecido ·U(]Jlle.z;a. ~~~rnav~oqfl
jesuitas n?s . h~beis ahorrado ~ra"Qajo de eocarn~narQ~,
y no poneis decirnos que os b~:mps ca\tunl'liado: J;OS
habeis ministrado la defe.nsa en la pa}qbra. , Os lllOS
que no vengais á esta1~ .entre nos~tJ;os,con la i).
de precaver. á uu.estros,)'1Jeb1r~ sencll~os, , lo g.~e . 9
es persegmros, s1no nurar por nosotros, y ~eJa:ro
don~le estais· Reconociendo lqué rw. soi~ Jl~~ados á
ton1ar p'arte en la nüsion del siglo,,pq~yie Uyqtraii.zar
hasta cierto pvuto ~1 inflt1j,o d~ la ,libertad; y. .QUf\~4o,
segun la 1netáfora de vuestra~ . cons.titu~ioi)~s 9~ ~1a­
manlos cadáveres, era por compqracion ,no ¡n~s; ., '19
: erais cadaveres, pues podiais ~odavia dañar. '
Si: ..pocleis toJ.avia dañar; y' no preGisan1ent~ , po~~
vuestras regl~s y tendendas harto de~acreditad~s., ~i­
no por el peligro que corre 1~ j~1ventud y el pueh¡o á
causa de vüestro influjo, ~1Jen1igo :del progre~o por
el can1ino q'ué lleva el siglo. Pooos s:ois .en verdad
con1parados con vuestros adver~ado,s'; · tan1bien
sido po.cos en ·número los tirm~qs, y. pocos los brazo~
armados para sostenerloa .en presenpta lo~;
y no obsta11te esos pocos han tenido oprinlid.qa .por
-siglos á n1uchos. Y la enerjía de la fuerza n1ateri~l,
y el peso con que oprilne, no son tan temibles eorr1o
·la enerjia y contajio de la fuerza 1noral, y $u_perdu-
rahle existencia. ' · · ' '
Poe lo que hace á vuestras t)el~sonas seiJtiremos
mucl1o que nuestras l1alabras ,o,s n1orti:fiquen; pero ad–
vertid?' que no défenden!-OS cau~~ :gropi~, sino 1~. de