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210-

conciencias de los

r~yes-.

En1p1eaban

el poder, Ia

ín~-·

fluencia, las riqnezas, para

vencer

las

resist,cnciaf?J:

pata aguijonear

los estlmu1os,

y

llegar

á

los grandes,.

á

los reyes

1

al papa,

y

c-onseguirlo todo.

.

264.

Y

como

podia

desilusio-narse

esa

abultad~

g1·andeza~

esa mentida virtud,

y

c~er

al sue-lo el edi-·

iicio

levantado

sobre falso fundamento, quiso

preve–

nirse la compañia, evitando el

e~á1nen,

haciendo,

odioso-s

COlllO

incrédulos

é

in1pl€>S

a

}os qlle

}~

inten–

tasen,

y

0bteniendo de, un papa la ¡reve-ra prohibiciou

bajo de anatema,

de

qll1e

'"se'

impn,gnas't?' diweeia

ó

in-,

directamente, ni aun

bajo

preteltlto de indagar

la 'Ver–

da;d, e1

instituto de la

compañia,

S'tl1S

~onstitue}Qnes,

ni la bula

en

que

esto

se orde:naba,, aun cuando

fuera

eu

uno de sus artículos." Pero ]a

pr~hibicion

n1isn1a,

tan

exajerada

é

hreflexiva, despertó la curiosidad

de·

exan1inar

el

instituto

y

]a¡s

c0nstituciones;

y

la~

bulas

y

sus libros;

y

la lectura IT]ediiada

dese1!.1briló

la

ab–

snrdidad

é

incoiDsecuencia

y

contrndiceio,~s·

de-l

siste–

ma, con cuanto se presta

en abundaDda

para

su

des..

cré-clito. Y

á

los que en su despecho

llam~roD

men;..

tirosos

y

~alumniadores

á

los adversarios-, se-·

les:

han

·mostrado

los-

documentos,

y

los tomos

y

títul~&

J

pági~

:~ma:s,

que

daban tes-timonio irre-cusable de las· alJsurdas-;

y

m.wlas doctrinas,

que

dejaron estampadas autocesje"''

snitas- prura la

ens.eñanza.

iEstraños

:padres

jesuitas!:

Cuando

di:fii~t"Lltaban

los

pasos·, que era

menester

dar·

para ser·y l1au.r.ars-e

jesuitas,

:n1ultiplica:ndo

]as

condi–

ciones

y

prolongando el

pla¡zo

para

vestir

~l

hábito

1

todo lo

al1ana.ba.n

a~

t:ratars·e

de perdonar :pecados

y

de distribuir la gra<;ia;: J.o,

qne

en etros

t

~rmin.os

'lue–

ria decir,

que

entre'

ellos·

IDQnos

se

nec

esitaba

para.

llegar

á

Dios,

que

para entra:F en la compafíia. Este'

punto es culminante

y

recibe

c©pi~sa

h:tz para descu

brir 1nucha n1iseria

y

ast\1cia mas que

llu:ma:na~

265. ¿Y será aceptable

la

compañia? ¿Se· negarán

Jos

hechos

documentad.o:s?

:Re~u.rse·

vergonzoso. ¡Pues–

qué!

¿Los jeeHÚtas

uo

son reos

de

lt>

que se

les;

atribuye? ¿N

o

se

han

alegado

pruebas para

c®nven–

eerlos? R.epitamos,

ya

que vosotros lo quereis. AhÑ

está el testo,

segun

el cual,

servis

á

un

tiempo

á

Dios

y

al papa;

y

el

otro testo,

en

que

el

general no presÍ··

de

{t

ho1nbres

sino

á

cadáveres.

Ahí

está

en

lar

histo-·