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te
fan~tica,
qne Uamadogmas cristianos sus pretensío..: ,
11es de partido;
y
no puede encontrar lugar 1nas ade–
cuado
y
n1ejor apoyo que entre jesuitas. La l1ay tam–
hien arnbiciosa de poder y laxa de costurnbres
y
opi–
niones, sin querer reparar en n1edios para llegar
á
sus
fines;
y
los jesuitas como nadie facilitan
á
esta gente
1nedios
y
doctrinas para conseguirlo. Otra gente hay, ,
que no tiene en relijion
y
en política sino un solo prin–
cipio-el cgoisn1o, y se reviste de todas las forn1as,
adopta ostensiblemente todos los símbolos,
y
en1plea
el lenguaje de todas las conciencias: ¿no se avendrá
esta gente con la c01npañia? Añadid la emulacion, la
venganza de los que, por ódio
á
sus enemigos, adn1iten
y
sostienen todo lo contrario de lo que estos llevan,
y
que por no ser partidarios de los jesuitas, ellos se hacen
t.aJes. Todas estas y otras parecidas gentes son secua–
ces
y
an1igas
y
protectoras de los jesuitas.
¿Pueden
ellas dar
ho~ra
á ninguno?
·271. Los jesuitas sostienen una causa n1uy coro....
pron1etida, pues para ser justos ellos y tener razon, se–
ria indispensable, que todo el n1undo n1intiese
y
fuc–
ee injusto. Digán1oslo otra vez. Injustos fueron enton–
ces los varones doctos
y
santos, que estuvieron contra
la con1pañia, para-que no se introdujera, para que fue–
ra espulsada de los
I~stados,
para que se estinguiera.
Injustos, en vidiosos los obispos que se quejaron de ella.
y
dieron inforrnes adversos: injustos los príncipes, det;–
conocedores de su propio interés
y
del de sus pueblos,
cuando estrañaron
á
los jesuitas; injusto
y
enen1igo de
la iglesia el papa, que estinguió una órden
tan,
útil y
santa.
Iujustos todos, todos hicieron mal, errarori mi–
serabletnente,
y
su conducta contra ln con1pañia fué
persecucion, ódio, irreligion,
i
n1pieclacl; víctin1as ino–
centes los jesuitas. ¿Qnereis pues ser justos, para que
todo el n1undo sea iujusto?
Pero recordad, que los cargos <J_ue se os han hecho
desde el principio han sido sien1pre los rnisn1os. No
es posible que distintas generaciones sin concertarse
1n1as con otras, sin preveneion, sin envidia, hubiesen
~convenido
en unos rnisn1os cargos, si estos
no
fueran
fnndados,
y
no hubiera vicios radicales en
h1
institu–
cion. No, no: las quejas contra vosotros eran justas;
vuestros acusadores
~enian
razon,
y
los
injustos sois