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.,

1

- 2·22-

y

con1o

cinda<la~1os;

lo que quiere decir, que el

tien~~

po

d~

la compañia ha pasado.

"Si

los jesuitas se creen felices, nadie tiene derecTwr

de calun1rliar su felicidad," deciasu historiador panegi–

rista. No la calumniarnos, pues la negamos;

y

si elloS'

creen tenerla, guárdenla para sí, no hagan partícipes.

á

nuestros pueblos, que van por diferente camino del

que señala la con1pañia.

5. "El general no tiene fondbs, ni réditos, ni lista

civil

á

su disposicion." No hagamos n1éritode lo que

se previene en el cap. 4.

o

de la novena parte de las

constituciones de la co1npañia, acerca del oficio que

á

ésta incun1be, respecto del vestido, alimento

y

gastos

del general; lo que podría parecerse

á

fondos

ó

lista ci–

vil,

y

preguntemos 1nas bien: ¿habia menester fondos

y

réditos y lista civil, el que todo lo tenia

á

su dispo–

sicion? El general hacia contratos, él enajenaba,

él

recibia las remesas de las provincias, remesas pingües,

que n1uóhos monarcas seculares quisieran haber te–

nido. ¿En qué se empleaban las riquezas de la com–

pañia;

y

de órden de quien, sino del general, podían

gastarse en los

~1egocios

convenientes? D. J orje Juan

y

D. Antonio Ulloa hablaban de "las

rnuy

crecidas

su...,

mas que sobraban

á

los jesuitas en sus provincias de ·

Lin1a y Quito, y cuyo espendio

se ignoraba,

no se co–

nocía ninguno;" pero el general

D.

Matias de

Angle~

lopTÓ descubrir el en1pleo de las

•crecidas sumas

que·

sobraban

~n

el Paraguay, diciendo

qu~

'"toda

ó

la

ma–

yor parte de la plata

la

estraviahan los padres

á

rei–

_nos estranjeros, principahnente

á

Roma,

para las

gran–

des negociaciones

y

n1anejos que siempre tienen,

y para

conseguir titulos y privilejios."

Lo

qu~

se decia de los sobrantes

y

ping~es

rentas del

Paraguay, puede aplicarse

1nuy

racional

y

prudente–

mente

á

las de otras provincias. ¿Cuanto le costaria

al

padre general de la con1pañia maniobrar en

el

asunt()

del libro del jesuita Luis 1fo1ina? Dígalo el

P.

Maria–

na-"cuando se sali.ese con la victoria, que todavia es–

~n

duda, habria costado

muchos millares,

trabajos .&

inquietucle,s de 1nuhos años."

¿~

ada costó

á

1~.

con1-

pañia el pleito con .el

Sr.

Palafox en Ro1na

y

~1adrid?

R~cuerden

nuestros lectores, que habiendo

1~ecibido

~JJ: ~1éjic~ ~ese1~t~ ~~1 pc~?s

ele un

testamento la

co'II).~