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l~lYDl'able
ú
la feheidacl
general;
-en
los ·individuos
es
l10r lo
coli:Hlll
pernicios-a.. Ln compañia ha sabido ha–
{.:ers:c
i ~n<lisponsaLie
para
ht
·oducaeion,
la predi·caciou.
y
la exactitud en 1a
observancia
de su. regla,, que uun–
'Ca so
h~
trat.ado
de
reforn1ar.
¿Eu
qué apa1·e(;e la ne·
·cesidad. de donÜll·acion? IIan acusado sin pruebas,
y
de
tii.W1
f~
tlsecil.adinventada
hieierou nua pl'eveucion,
y
'esta se ha convertido en au.toridacl
de
cosa juzgada."
~
.. RESPUESTA.
Teiste
y
vergoazoso debe set para
los
jest~itas,
q1,le
StlS
defensores hayan 1110nester inven–
tat·
1náxin1as
par::Lj
u~tifiear
su. causa,
co1no la de que
4
'la
:antb1ciou~
nuLla
y
perHi.ciosa en ]os individuot5,
es pet·tnitida
y
buena eu
las
corporaciones . "
Y si la
ln[txirna
.CS
in(]igna del
UOIDUl'C
en
corpo;:aciones
SeCil–
· ~arcs,
lo es
J.nuchD nws
en las de
oficio consagradas
a
1a
prúctica
de 1a.
pcrfeccion cristiana.
N
o
es po::;ible
que
~ea.
bueno en
la
reuuiou
de
n1uchos individuos
lo <1ne
~eri.a
i11alo eu eada
uuo.
Si
en
el Ól'<len
fisico
tieno
fuerza el
üxlo.,
es porqne la hay
en cada parte, cuya
stnna
in1porta una faerza tnayor: en el órden 1noral
es
n1as seve1·a la
regla. Se
con1preude que
una
corpo–
~raciou.
tenga derechos,
CfUO
uo con·espondon
á
cada
~tümnbro
sny0,
porque
la
ley lo
ha
Jit:ipnesto
aBÍ;
pe~
¡·o nosotros habla1nos, e::; preciso repetirlo, hablatn03
en
el óedeu.
1noral,
á
Yista,
doi testo
de
)f.
Cretineau–
~foly-"la
am.bicinu
en
un euerpo es sien1pee buena
en s·Í
n1istna:
en eJ.
individuo
es poe lo co1nuu
per-
.
.
''
JllCl-'OSa.
10. El rnisrno
que
no ha aprobado la arnhicion en
e1
jcsu.ita, .
si.noen la eom.unidad, ha
dicl10
que ''el je–
€tÜta l)odiK ser
.funbicioso para su órden, sin que en
ello hubiese nada nudo;"
lo
qu.e es admitir de ttlgun
n1odo an1hicion en el indi
vicluo,
y
contracleci rse has–
ta cierto
}:Hlllt0.
Bien
se
concibe que el rnie1nbro ele
una corporaciou. puoda decir
y
hacer para
e.:d~a,
lo que
no seria
pcrnütido
decir
y
hacer para sí
n1isrno; pero
~Ho
se eutien(le dentro de los
fitws
propios ele la cor–
poraciou
y
sin salir
1nas
ella; co1no podría Yer1ticarso
1·e~~pceto
d.e otros individuos 3'
corporaciones,
que
tie–
uelt
ta,m.hieu sus
lin1iteR, loR
de la
.i
Ut;ticia
y
la decencia.
N
uestro historiador
ha desacrccli
tallo el nlisn1o sn
idea, porque la ha dor;en
vuelto de
un
n1odo
poco ho–
J.1.csto,
naJa cristiauo,
n1uy
deshonroso--"¿N'o es per
4
~D