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Si .el
·papa rcfornut el instituto,
ó
lin1'ita
su·s
'ptivile..
.Jloe, en n1anos del general está volvel'lo todo
á
su
prin1er estado, aun con fecha anterior: el
papa
le
ha
~tutorizado-El
JÚtpa
no
puede C011ceder pl·ivilejios
nl instituto siq el consentin-¡iento Je la con1pañia............
Los generales han resistido
á
los pa.pas. Paulo IV qni–
so establecer el coro en la con1pañia: Lainez no hizo
caso; pero obligado tuvo que ceder en
apa~riencia,
y
es–
tableció el coro en las casas profesas, que entol'lces
no
eran n1as que dos, la de l{onia
y
la de Lisboa. Pio
V
intentó lo nlisn1o que Pan lo IV, el geneTal p1•ornetió,
y
nada nws.-Clen1ente VIII trató de la reforrna d·o
la
contpañia; pei·o en vano-Urbano VIII prohibio
ri–
g·orosanlente
á
los 1nisioneros el con1erciat': ¿ol)edecie–
rou los jesuitas?
N
o.
Alejandro
\ TII
condenó varias·
proposiciones; pero los jesuitas supieron hallar evasi–
vas.
v
....
arios papas dictaron resoluciones especiales so–
bre asuntos ele la India
y
de Uhina; pero las jesuitas ·
desobedecieron
y
1nortificaron
á
los vicarios apostóli–
cos. ··1fueho rnas encontrarán los lectores,
y
verán que
de ·hecho la autoridad del general se sobreponia
á
la
del papa con huu1ild.e desobediencia.
§
2.o
8.
Corno se objetaba á la con1pañia
que sn fin él'a
eng-raudecer8e
y
donünar,
y
aco1nodnr$e
á
las pasiones
Hjc~w.s,
se repliea asi-"el jesuita no era an1bicioso pa–
la sí
rrlÍsnlo;
y
si lo fuera para
su
órden, ¿qué
I'nal
ha-–
ln·ia en ello?
¿~o
es pernütido
á
un
so1dudo,
á
un ora–
dor, á
un
escritor, hacer fortnna, cou detrin1ento
.mu–
chas veces de la n1oral, del honor n1ilitar
ó
de
los in–
tereses del
p~Lis?
¿Será culpable la co1npañia, porque
ha producido un globo i nn1euso de fuego que ha iJ u–
nlinado
á
las uáciones, haeieudo la felicidad de los ·ín–
JiviJuos?
llay
espíritn de cuerpo, esto es,
esph·itu de
ttnion
y
concierto
de
todos para la gloria
y
provecho
det -instituto.
Y
¿qué hay de n1al en esto?
¿
flay
cner–
p<)
que no haya tendido
á
ací·ecentar su antoridad?
8írnples religiosos pasat·on
á
ser hon1bres para el tl'iun–
fo de ·sn órden; único reproche que pudieran hacerle
l os den1as hon1bi·es. Laatnbicion en un cuerpo es sien1-
l'>TC
¡)ern1itida,
simup1;e
·b-uena
en
sí rnisn1a, sienrpre