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ele ternpo1·alibus rebus omnium christian.otum. ¿No et~
esto servir bien al papa? ¿No et-·a eervirlo rnojor que á
J. C. quien no quiso intervenir en cosas íiJeculares·1
por ejen1plo en la particio·n de 1:.1na herencia, para no
dejar este hecho, que quisie·se: tornar por n1!odelo de
procedin1iento su vicarior miéntras qne los jesuita¡;
reconocen á este sun:Aa potes:tad para despojar· al cris–
tiano de un bien teinporal adquiJ:ido, si á j rncio del
papa,. se halla en c~nnino, al bie11 es-piritua1. Y ¿no era
en cierto modo querer l@s pachesjesu1tas. h.acer á to–
do.s los. cristianos á sernejaJ;lza suya;: y por s el1o~
en sus personcts y: cvsas.-propiedad~s d~l papa 1 . –
nicar esta graeia á loo cristianos n.o j.esl.Ütas?.. ~i.q:uierar
e·n ·sus. bieues ten1porales, m.1tregáu libre
dispos.icion Je] papa, en &rd.e fir1 Con–
vengán1os~ pues, en que, aun 'ldo. €orn–
pañia hubjese curia pontific o· S€ hal~lab-a esta ea
el brillante estado en que la pnsiet·on padJres escrito·
Tes. de 1a co111pañia, que si8teinaron y ,perfecci.onaron
las. pretensiones. euriales para servir al papa.. Ninguua1
ot1·a órden- hieiera tanto: nhí está su merito y singu–
laridad-romano po%tijiei 'in terris se-rvire-nuevo-y pe–
c;uliar carácter de la eo1npañia.
257. Mas carc\cteres peculiares podrán des-cu bri1~·
nuestros lectores en la rnuchedmnbre de aspectos, que
presentan á la obseTvucion los padres jesuitas~ Nos
parece que tienen uno genera], que los comprende á
todos, y que merece ser considerado co1no forn1a de
su-ser-un aspecto político. Disfrácense como gusten
los reverendos padres, sus maneras y locuela los ponen
de manifiesto, co1no son en verdad. Hagan votos ,como–
los demas regulares, y uno mas de obediencia á su se–
ñor el papa, ellos se entenderán á vista de las eircuns–
tancias, y desobedecerán al 11apa para servirse á si
propios y llevar adelante el propósito de la c01npañia
-dominar el rnundo. IIablen de Dios y de las reglas
místicas de su fundador; tambieu los inventores de
falsas relijiones usurparon el santo no1nbre de Dios,
:finjieron revelaciones, y presentaron buenas máxi-rnas
al pueblo. ¿Hubo jamas elemento 1nas poderoso de
conquista, que el en1pleo del sentin1iento relijioso?
Las arn1as Inateriales llegarán 1uaa pronto á su objeto·;
pero no lo organiz~ráu ni harán tan duradero, ni lo en-