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»

votos, para que la

crist

ia.na China reflorezca,

y

el

»

Emperador quede satisfecho. Nosotros no cesare–

»

mos de llamarle nuestro ·gran bienechor, y de hún–

(( rarle como tal. ·En Roma á 11 de Octubre de

1710."

[153]

No olviden nuestros lectores la espan–

tosa serenidaq con que el P. general de la compañia

asegura y sostiene, para la China, que el Papa favo–

recía los

ritos,

que tan espresamente habia condenado.

Y para ello invoca el Santo nombre de Dios, que ha

llenado los votos de los jesuitas por la intercesion

d~

San José

y

San Javier!

-

322. Volviendo á las tareas

y

padecimientos del

Legado Tournon, bastará repetir, que "si las perse–

cusiones que sufrió, hubiesen procedido del ódio y fu–

ror de los paganos, la Iglesia no vefia un motivo de

a:fluion y dolor, sino de triunfo; pero ellas fueron

escitadas por los que se glorian de ser la porcion es–

cojida del pueblo de Dios. Pereció en los horrores de

una prision el Cardenal Legado." Los jesuitas habían

cuidado de que se verificase esta prision, a:fljjidos de

ver sobrevivir á su víctima, á la cual. ........Los lecto-

res que gusten pueden rejistrar el documento á que

nos referimos (154) .Hay crÍlnenes que se hacen in–

creíbles á fuerza de monstruosos.

Los padres j esuitas dieron principio á los horrores

y

los eslabonaron, sembrando la discordia, fingiendo

los hechos ó desfigurándolos, resistiendo y desobede–

ciendo á los mismos papas. Estos padres tenían un

modo particular de ser cristianos, y de predicar el

evangéJio, haciendo á otros á su semejanza. Había

huertos jesuitas, ya lo hemos visto en la relacion,

y

el

propio Legado Tournon "no encontró misionero mas

digno del episcopado que al P. jesuita Visdelou; á

quien consagró en su misma prision" (155); pero es–

tos no eran los que dominaban, otros eran, que como

si se hubiesen propuesto un sistema de contradiccion,

no tenían por bueno lo que otros hacían.

323.

Cuando posteriormente "envió el Papa Cle–

mente XI,

á

otro Legado,

y

era M. de Mezabarba,

patriarca de Alejandría, los jesuitas indispusieron