Previous Page  87 / 408 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 87 / 408 Next Page
Page Background

80

se hizo necesario comisionar vicario·s apostólicos, que

examinasen por sí mismos el estado de las cosas;

y

decidiesen. Aunque inclinados á los jesuitas los co–

misionados, se desengañaron luego á vista de sus su–

persticiones,

y

tomaron:el partido de los dominicanos.

~duchos

años pasaron en examinar los puntos,

y

des–

pue~

de una paciencia de diez años, el vicario apos–

tólico Maigrot, doctor de ]a Sorbona

y

Obispo de

Conon, dió un mandamiento, en el cual declaraba

entre otras cosas, que la esposicion hecha

á

Alejan–

dro VII, no_,era verdadera. El mandamiento fué apro–

bado por los otros vicarios,

y

·observado por los mi–

sioneros, con escepcion de los jesuitas."

316.

Si hubiese alguna duda acerca de los hechos

referidos, quedará disipada con el testimonio siguien–

te del secretario de la congregacion

de propaganda

.fide,

quien; empleando las palabras de uno de los es–

critores de los cuales tomamos las noticias, era el

hombre que entre todos debia estár mejor instruido

en los negocios de la China. He aquí pues lo que de–

cía ese secretario, M. Urbano Cerri, en el escrito que

presentó al Papa Inoce:qcio XI, con este

título-esta–

do de la religion cristiana en todo el mundo.

"La congre–

gacion sabe, cuantas

y

cuales han sido las contradic–

ciones que sufrieron los vicarios apostólicos de parte

de los jesuitas. Estos padres se molestaban de verse

sometidos á los vicarios apostólicos, pareciéndoles

que perdían una gran parte de su reputacion,

y

deja–

ban de ser como antes los árbitros de las inclinaciones

de ese pueblo, que bien habia conocido, cuanto es–

cedían los obispos á los jesuitas en bondad

y

desinte–

rés. Por eso trataron los padres de :desacreditar á los

obispos en asambleas públicas

y

aun en las iglesias,

y

dijeron

á

los pueblos que no debían reconocerlos ni

obedecerles, que eran intrusos

y

herejes, nulos

y

sa–

críle~os

los sacra1nentos administrados por ellos, y

valía mas n1orir sin recibirlos, que recib,irlos por su

ministerio. Los jesuitas han reducido á estos pobres

prelados

á

una triste estremidad por medio de impos–

turas de todo género,

y

han hecho pasar sus calum-

/