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-79-

ternarse ante él, con tal de referir su ad6racion

á

una

cruz que llevasen oculta; del cuidado de no instruir

á

los catecúmenos en la impiedad de estas .prácticas, '

á

fin de que su ignorancia pudiese escusarlos,

y

dar–

les el bautismo en tal estado;

y

de evitar que se ha–

blase

á

los catecúmenos de

J .

C. crucificado, ó mos-.

. trarles un crucifijo, de miedo de atraerse la persecu–

cion del pueblo, que miraba la cruz con horror."

315.

E stas

y

otras semejantes prácticas fueron con–

denadas por Inocencio

X:

el P. Morales

~regresó

á la·

China con su decreto, y lo presentó al P. Dias,

vice-provincial de los jesuitas. Este lo recibió clicien–

do-"lo hemos puesto sobre nuestra cabeza, como

<<

hijos de obediencia; y

encuantopodamos,

obedeceremos

<<

lo que ordene la Santn, Sede" ·

Diciendo-obedecere–

mos en lo

fJ.Ue

podamos,

dejaban los jesuitas una rpuer–

ta, para

po~er

á

sus piés un decreto, que antes habían

puesto f?Obre sus :cabezas. Al efecto, cambiando en

honor civil

y

ceremonia política los cultos visiblemen,–

te supersticiosos, enviaron

á

su padre Martini cerca

del Pap3¡ l.1.lejandro VII quien, atenido á la esposicion

de dicho padre, declaró que eran permitidas esas ce–

remonias;

y

en cuanto

á

concurrir al culto de los idó–

latras chinos, decidió, que los cristianos podían ha–

llarse presentes con una presencia -puramente pasiva,

sobre todo, despues que ellos hubiesen hecho una pro–

testacion de su fé, no hubiese peligro de subversion,

y

de

ot~o

modo no se pudiesen evitar los ódios

y

ene–

mistades.''

"Los j esuitas se creyeron triunfantes con esta ver–

gonzosa sorpresa,

y

remitieron volando su decreto

á

la China. En vano dijeron los otros misioneros, que

el nue;vo decreto condenaba

á

los jesuitas; porque es–

tos hacían en la China lo que no estaba en el decreto, .

así como no hacían lo

q.ue

en él.'estaba; que lo habian

obtenido sobre una falsa esposicion,

y

que a<femas

estaba acompañada de condiciones que no se encon–

traban en la práctica. · A caecieron Lnuevos disturbios,

y

se dirijieron

á

Ro1na nuevos e-nviado,s; hasta que