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más, á causa de las innumerables cosas que se·
descu~
brieron en el examen hecho. M. Brisacier, superior de
las misiones estrangeras, y M. Courcier, teologal de
Paris, que habían aprobado el libro del P. Tellier,
se creyeron obligados á retractar su aprobacion;
y
como los·jesuitas pretendían eludir con vanos efu–
gios la retractacion del primero, hizo él unanueva que
disipaba toda duda."
319. "Años despues el Papa Clemente XI, que era
muy adicto
á
los jesuitas, tuvo que enviar á Monse–
ñor Tournon patriarca de Antioquía, y á quien' des–
pues hizo Cardenal, persona recomendable por mu–
chos tltulos, con las facultades de Legado
á latere,
en
las Indias y la China. El Legado se dirijió á su des–
tino, y cabalmente fué á alojarse en la casa de los je–
suitas. Allí tomó conocimiento de la causa de los ri–
tos,
y
de ellos mismos quiso saber la manera con. que
gobernaban sus misiones. A consecuencia dió un de–
creto condenando los ritos malabares, observados por
los misioneros de la compañia,
y
exhortó á estos
á
que publicasen y cumpliesen el decreto. Y como
lo~
jesuitas solicitasen vivamente la suspension de las
censuras del decret6, el Legado las suspendió por
tres años lo que no contentó á los padres, que recibie–
ron esta contestacion-padres,
yo temo haber gravado
mi conciencia por complaceros.
Por el contrario, el dijo
al superior de los misioneros capuchinos abrazándo–
le-padre
mio:
aquellos que me han indispuesto contra vos–
otros con falsos informes, serán responsables ante Dios.
Persuadios, que á mi regreso de la China yo os haré toda
la justicia que os debia.''
320. "La Santa Sede reconoció elmérito del decre–
to del
Lega~o,
que calificó de justo
y
prudente,
y
lo
confirmó en una congregacion, contra las esperanzas
de los padres jesuitas Lainez y Couchet, enviados
á
Roma para representar contra el decreto. Sin embar–
go, los. jesuitas escribieron contra él,
y
publicaron que
el Legado había carecido de jurisdiccion, de lo que
ge .indignó e] Pontífice, viendo que se hacia resisten–
eb
i
la autoridad de su Legado. El Papa confirmó