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cia de respeto y sumision,

l~

daban golpes muy sen–

sibles." Nosotros obedeceríamos de buena gana, le

<e

decian unos, si no nos ccmtuviese el miedo de irri–

tar alEmperador." El P. Mourao mas atrevido, aña–

dia-"yo no sé como ha tenido conciencia. el Papa .

<e

que ha dado una semejante bula: no puede dudarse

«que haya cometido un pecado gravísimo, que será la

causa de la pérdida de la mision, si él persiste." El

Legado le rogó, que reflexionase en lo que decia;

pe–

ro el jesuita, sin desconcertarse, replicó con tono fir-

. me, que "el no temia sino á Dios," y entonces le ob–

. servó el Legado-"si temeis á Dios, hablad con mas

respeto de su vicario.'' El patriarca se veía en la nece–

sidad de sufrir todos los días esp;resiones semejantes."

325. "Como el monarca manifestó buenas

dispo~i­

ciones al enviado pontificio, entraron los jesuitas en

celos, y le hicieron entender, que no había hablado

sino por ironía. Sin embargo, habia en la Corte un

individuo que fav<;>recia al Legado, y que conocia

perfectamente las intrigas de los jesuitas, de los cua–

les dijo alguná vez-"hablandb un dia el Emperador

«

á

estos padres,

l~s

reprochó, que fuesen tan dispu–

«

tadores, é hiciesen estudio de sorprender en las pa–

«

labras; y que los padres le respondieron, que esta–

<c

ban dispuestos á obedecer en todo á su magestad."

Ufanos estaban los jesuitas de su poder é influencia

con el Emperador, y el P. Tomacelli, como si hablá–

ra por todos,, dijo alguna vez-"el Papa nos ha en–

«

viado al patriarca de Antioquía, que ha tirado ca–

<c

ñonazos sin efecto: el de Alejandría no acertará me–

«

jor; y si nos envía á los patriarcas de

J

erusalen

y

de

<e

Constantinopla, volverán con las manos vacías

A.

<<

quemarán inútilmente su pólvora."

326. "Lograron por :fin ]os jesuitas imponerse en la

bulaquetraiaelL.egado antes

d~que estel~ ~resentase

al Emperador. HlCieron;traduccwn,

y

previnieron con–

tra dicha bula al soberano, que la rechazó. El men–

cionado P. Mourao hizo al Legado las· declaraciones

siguientes, para empeñarle á suspende1· la bula; por

que arrastraría la ruina de la mision, que ae atribui-