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-DO-

mun con otros, se notaba mas en ellos, porque eran

mas observados. "No es de despreciar, decía, el con–

sejo de Arias

Montano-guardaos de losjesuitas."

Re–

feria. tambien en otro escrito suyo el malestar de los

loyolistas en la China, y pronosticaba que "algun día

serian espelidos, co1no ya lo habían sido de casi to–

das partes en el Oriente, y d

aba por

razon, que no

podían sufrir concurrencia, y

queri.an

reinar solos–

alieni consortii impatientes, sol

i ubique

regnare volunt.

Igual suerte han corrido en Etiopía, el

J

apon, Mala–

bar, y la isla de Ceilan, y sido espulsados de todos

estos puntos, quedando cerrada para todos los demas

papistas la esperanza ele volver. Y es que quieren

destruir, cuando no pueden reinar-aut

regnare volunt,

aut omnia evertere."

[157]

Los hechos anteriores con–

firman el juicio que de la compañia hiciera este gran-

.

de hombre.

pe nuestra parte hemos reconocido, así cowo Leib–

nitz, que hubo muchos jesuitas distinguidos, dignos

de tanto mayor elojio, cuanto mayor contraste hacían

con sus co-hermanos arrogantes y perturbadores,

por ejmnplo los PP. Visdelou y Laureati con Toma- /

celli, Fan y Mourao.

Y

al ver tanta arrogancia en los

inobedientes, ¿será tmneridad pensar, que estaban

apoyados en autoridad mas elevada, y nada tenían

que temer? Ello es, que quedando impunes, y creyén–

dose benemeritos, y recomendables y verdaderos je–

suitas, parece que hubieran t01nado su espíritu del es–

piritu de la compañia. Por lo demas, cortos nos he–

mos quedado en la relacion, pudiendo haber aducido

mayor cópia de documentos. Los lectores que gusten

instruirse mas en la materia, registren las obras que he–

mos citado, donde encontrarán importantes noticias.

Verán el trabajo hecho por una congregacion roma–

mana, que nombró sugetos al caso, para contestar

al

men1orial presentado por el general de la compañia

en defensa

y

justificacion de sus religiosos, y de sí

mismo, respecto de los cargos que se les hacían; tra–

bajo emprendido de órden del Papa Inocencio XIII,

y

de que vamos

á

presentar un lijero estracto.