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dina.rio
y
el estraoi·dinario, crea<lo
ad hoc,
para que el
asunto se exan1inára con todo estudio
y
meditacion.
Tan circunspecto modo de proceder exijia de justicia
otra, cuando menos, igual circunspeccion;
y
que des–
pues de demostrada, si fuera posible, la injusticia del
estrañamiento y de la estincion de la co·mpañia, se
éntablára una nueva cnestion acerca de si seria útil
ó
nó en las circunstancias de esa época en España., una
nueva introduccion de la compañia en el estado: de
suerte que, sin procurarlo ni advertirlo, se venia a.l
caso de las formalidades
presc1~tas
por la ley de Car–
los II. Pero riada de eso practicaron los que rodea–
ban á Fernando VII, sino que poco segura, desespe–
rada quizá la reaccion, de obtener
elrest~tbleoimiento
por medios racionales, como los empleára Carlos III,
invadió como torrente el ánimo del Rey recien salido
de su cautiverio: no tenia otro modo de proceder pa–
ra lograr su objeto.
426. No dejemos de considerar una frase del real
, decreto de Fernando, que así decía: "como mi augus–
«
to abuelo reservó en sí los justos y graves n1otivos,
e<
que dijo haber obligado á sn pesar su real ánin1o
á
(( la providencia que ton1ó de estrañar de todos sus
«
dominios
á
los jesuitas))
&'<!-
Ya hemos dicho ante–
riormente, sobre el respectivo docun1ento, que cuan–
do Carlos III dijo, que reservaba en su real ánimo las .
razones y 1notivos que lo obligaron al estrañanüento
de los jesuitas, no fué porque no hubiera constancia
de tales razon es, consignadas en el espedielJ:te ele la
materia, sino porque no queria hacerlas públicas por
compa.sion
y
1nira.mientos
{t
una
socied~d,
contra
la
cual no procedin, por ódio ni prevenciones sino por
convencimiento. Y como
el
especliento estab::t
reser~
\ado; y con1o los que trabajaron e
n él,no eran due–
ños de nn secl'eto qne pertenecia al
H.ey, y que habian
jurado guardar,
~pudo
decir Carlo
s-·mis
?'azones solo
deben ser conocidas por Dios y por mí.
El] o es, que sin
~mbargo
de haberse examinado detenidamente el
asun~
to
de la espulsion ele los jesuitas, y tenido Carlos III,
tazones justas
y
111ot.i-ros graYcs pnra c1ecretar1a, qni--