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~
la
N
a_cíon española. Pero ¿c-ón1o se procedió
á
sli
ros...
~ablecimien to?
Con la Jnayor lijereza, atropellan da
las leyes y desentendiéndose de los usos y laudables
prácticas constantemente observadas en España. l>
421. Corroboremos el pensamiento
~1e
este diputa..
do con lo que decian en su informe las comisiones---–
"En 2 de Noviembre de 1814 se rernitiero1i al Conse–
jo,
con r eal órden comunicada por la secret aria de
gracia y justicia, diferentes representaciones de varios–
pueblos, pidiendo el restablecüniento de los j esuitas,
para·qu_e consultase lo que en su razoil se le ofreciere
y patéciere. Se mandó pasar
á
los tres fiscales, quie..
nes pidieron en 10·de Ener9 del año siguiente, que se
uniesen los antecedentes que hubiese, y que se pre""
sentase el breve, que se decia había espedido Su
Santidad, r estableciendo el instituto de la compañia
de
J
esus. A sí lo mandó el Consejo Eln 14 del
1nis~
1n0
1nes, y se pasaron a] efecto los oficios corres ....
poudientes
á
los secretarios del despacho. Nfas sin
esper~r
las r esultas de estas di.lijencias, la presenta..
cion del breve y la consulta del Consejo, se arrancó
al Rey el decreto de 29 de Mayo del propio año, sien–
do muy de notar los ténninos en que lo estendió el
secretario de gracia y jnsticia. Comunicado el citado
real decreto, se dijo por la misma secretaria al Oon–
~ejo,
que se habi.a pasado oficio
á
la de Estado pidien–
do el breve,
y
se 4abia contestado no existía en ella;
y que pasaba .oficio al nuncio de Su Santidad, para que
le r emitiera un ejemplar. En efecto, con fecha 25 del
mes de Setie1nbre se remitió al Consejo una cópia sirn..
ple, sin firma ni autorjzacion alguna de la que se na..
ma constit ucion apOBtólic.a, para el restablecimiento ..
de los j esuitas, diciendo el secretario de gracia y jus–
ticia, que se la había dirijido el nuncio, asegurando
est.arfielmente sacada del impreso, que no había po·
dido encontrar, apesar de la,s n1as vivas dilij encias
practicadas ál efecto.»
422. La sencilla relacion de los sucesos
bast~
pa..
ra formar mala idea del real decreto de 29 de Mayo
de 1815. Si el Rey n1andaba pasar las representacio-