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Papa ClemDnte XIY, ni los sagrados derechos de pro..
piedad, qlw se han atropellado, por llevar adelante el
espíritu de partido, y saciar las pasiones que tan de
lleno se manifiestan en todos los procedimientos.»
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420. Para que los lectores se hagan cargo de la ver–
dad y justicia con que las comisiones hablaban así,
bueno será decirles que recuerden lo que atras queda
espuesto, con motivo de los pasos dados por Carlos
III antes clel estrañamiento de los j esuitas,
á
lo que
añadiremos una parte de lo que se alegaba en la
dis~
cusion de las córtes. "Bien sabido es, decia
urlú
de
los diputados, y consta en ese voluminoso espediente,
que no solo exijió el señor Don Carlos III las luces
del Consejo ele Castilla, sino que formó un consejo
extraordinario, convocando prelados distinguidos por
sus virtudes y sabiduría, y qne despues del mas ma–
duro exámen
y
repetidas consultas, se espiclió la real
pragmática de 2 de Abril de 1767 que ahora es la ley ,
3~,
ti
t.
26, lib.
19
do
la
N
o~ísima
R.ecopilacion.>' Otro
diputado así decia-"Para que se verifique que nada
se ha hecho
á
derechas on los seis últimos años, ve–
Jnos on esto negocio trastornado el órden natural de
las coso.,s,
y
que la accion de crear es mas rápida, mas
activa y vigorosa que la ele destruir. El señor D. Car–
los III consultó, no una sino repetidas veces, al Con–
sejo extraordinario, creado para entender en el estra–
ñamiento ele los j esuitas, si convenía
ó
no estrañarlos
de E spaña. Del espediente, que estft sobre la mesa,
consta, quo el Consejo se componía de majistrados
muy distinguidos poi· su ilustrada piedad, de los muy
reverendos arzobispos de Burgo
y
de Zaragoza,
y
de
los reverendos obispos de Orihue-Ja, Alvarracin
y
Ta–
razana, cuyos conocimientos recibieron el último
~ra
clo de ilu stracion, en virtud del. dictámen de los ulti–
mos fiscales Floridablanca
y
Campomanes. Se tuvo
en consideracion el breve de Clemente XIII en que
se interesaba en favor de Jos padres de la compañia,
y
se consultó á S.
NL
]a mhmta de respuesta al,dicho
breve. En este negocio se procedió con toda la lenti–
tud, circnnspcccion, madurez y prudencia propias de ·
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