- ,306'-
mente se tendria 'trabajo en comprender la ínflue'tr ...
cia que ·ejercieron estos escritores en la opinion
de los hombres relijiosos, si no se advirtiera 1a época
·en que sus tareas fueron publicadas. Exajeraciones lle–
vadas hasta el ridículo en estilo apasionado y brillante,
mep.oscon la intencion de convencer, que de imponer
una doctrina, que respondia
á
las pasiones de la épo–
ca, y
~un · vivo
dese-o de reaccion contratodo lo..-he-
·cho desde
1789." (327)
'
.
430.·
En la sesion de· Mayo· de
18.26~
M. Fraisso-
11ous, Obispo de Hermópolis y ministro de Carlos X
€1ecia así en la cámara de diputados-"En
1800
hubG
dos· ó tres sacerdotes·, que pensaTon en el estableci–
'J<níento de los jesuitas: vinieron
á
Francia y comenza–
ron poT·ejercer su ministerio en algunos hospicios de
Paris. Luego se pensó en confiarles una cas.a de edu–
eacion; y se· estendieron poco
á
poco. Bonaparte des–
eonfiaba; pero· cuando se le hablq, dijo-dejadlos ír
.adelante; el resultado,. mostrará si pueden sernos de
•· alguna utilidad. En
1804,
no se que cólera se apode,.
TÓ
de él, y espidió un decreto para suprimir todas las
casas, y sin embargo no fué .ejecutado. ·Reclamacio–
nes hubo de todas
p~rtes,
representando que .erah
hombres pacíficos, y con una rara capacidad para la
educacion de la
juve~tud:
la cólera de Bonaparte .se
apaciguó. Al cabo de tres años repentinamente les
prohibió·enseñar, sin que hubiera decreto; fueron ad–
vertid~
de .separarse y
~e
separaron en efecto. En la
restau~cion
algunos obispos los llamaron y vinieron
·ellos accediendo
á
sus votos. Tal ha sido, y es ac–
tualmente el estado de la cosas. De mil doscientos–
establecimientos de instruccion pública, sin compren-·
der los establecimientos grandes de teolojía, no ·tie-·
nen sino siete casas, en 1as cualés únicamente pue-–
den ejercer su influencia. Hay padres que no temen•
confiarles sus hijos, porque los creen muy capaces de·
educarlos en los sentimientos relijiosos d.e que·ellos·
.estan penetrados; de formar su·espíritu·y su cor.azon,,
y.depr~pararlos
á
ser algun dia ornamento de
la
:so–
ciedad
y
el sosten
y
gloria de sus familias. Yo no sé,