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-103-

338. Despues de haber presentado

á

nuestros lec–

tores testimonios :fidedignos, para que formen con- '

cepto de la disposicion de los padres de la compañia

á

profesar

y

enseñar la doctrina del probabilismo,

á

pesar de la contradiccion del general Tirso Gonsalez,

y

lo <lUe es .mas, del Sumo Pontífice Inocencia XI,

descendamos á ponnenores documentados, y notemos

prolijamente la muchedumbre de casos en que apa–

Tece un egército de padres ignacianos, sosteniendo

dentro de la Iglesia cristiana proposiciones absurdas

y

escandalosas. Y al tratar de este punto, no es posi–

ble dejar de pronunciar el respetable nom.bre del gran

Pascal. ¿,Quién no tiene noticia de las

cartas provin–

ciales?

¿Cuántos han dejado de leerlas y aplaudirlas,

sino los vencidos en

ellas?

Obra pequeña en su vo–

lúmen; pero de un n1érito imponderable,

y

donde se

hallan reunidas todas las condiciones que se han pres–

crito para.una buena composicion, en la lójica, en el

convencimiento, en la persuasion, en la sublimidad,

en la gracia,

y

aun el chist e. Obra envidiada de ta–

lentos harto célebres ya por sus producciones de di–

verso género; preferida por el gran Boss

uet c

omo de

su eleccion, si se dejára á su arbitrio ser autor.de una

obra

[166],

y proclamada por el esquisito gusto de

Boileau-Despreaux, cmno superior á todas las obras

de antíguos

y

modernos.

(167)

Ahora es tiempo de que traigan á cuenta los lec–

tores la sentencia del que decía de las cartas provin.–

ciales-"no ha quedado en

l~ histori~

sino un recuer–

<<

do de la controversia, donde se 1nuestra la pasion

<e

humana mas bien que el amor de la verdad." Si la

lectura de las cartas provinciales no inspira el inte–

rés de las circunstancias, que ya pasaron, será preci–

samente por haber llenado cun1plidamente su objeto,

desacreditado el probabilismo de los jesuitas, como

si djj eramos, desaparecido el monstruo, en cuya pre–

sencia fué formada y procla1nacla su celel:l,ridad. Pe–

ro el mérito de las cartas será eterno, mientras haya

buengustoyamorála literatura. En la obra no se tras–

luce ninguna vil pasion,_sino sincero amor

á

la verdad.