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al Pontífice, que le dejase pedir licencia

á

sus supe–

riOI·es, segun era costumbre, no pudo bbtenerla de

ellos, ni aun para insertar en su teología escolástica,

que se estaba imprimiendo en Salamanca, dos ó tres

hojas, donde esplicaba todo su parecer respecto de la

opinion probable. El general juzgó, que tal doctrina

no convenía darse á la prensa, por sei· contraria

á

la

opinion benignl:l., que se tenia por comun."

"Años despues se publicó un escrito en que era cen–

surado•el del P . Gonzales,

y

fué atribuido á un dis–

tinguido P. de' la compañia. Se defendía, como era

consiguiente, la conducta observada por los revisores

jesuitas, diciendo que reprobaron la doctrina del P.

Tirso por

singular,

por

estraña,

y

agena del sentir uni–

versalísirno

de todas las escuelas,

y

por tanto

sospecho–

sa.

Respecto de los revisores nmnbrados por el Papa,

dice que; se habían dejado sorprender fácilmente por

haber nlirado el cuadro por el lado resplandeciente,

y

no por el tenebroso."

337. El P. Gonzales fué electo general de la órden

por el' patrocinio del Sumo Pontífice, quien le empe–

ñó en que hiciese enseñar en las escuelas de su reli–

gion la sentencia mas probable. Y como veía la di–

ficultacl en que se encontraba el nuevo general, qui–

so

~perarla

por sí mismo,

y

encargó

á

la congrega–

cion general de la compañia, que diese un decreto al

caso, como lo dió efectiva1nente, declarando, que "la

compañia jamas babia prohibido, ni prohibe

á

nadie,

que enseñase la doctrina contraria al uso de la n1enor

probabilidad, si le pareciese mas verdadera." Muerto

Inocencia XI, antes que el nuevo general pudiese

obrar algo en esto, las cosas quedaron en el mismo

estado que antes;

y

despues del decreto de la congre–

gacion se miraba con horror en la compañia la sen–

tencia contraTia á la opinion benigna; de suerte qlie

en ?uatro años que siguieron al decreto de la congre–

gacw~1

general, ninguno tuvo ánimo para imprimir la

doctnna severa. El autor ele la censura contra el es–

crit.o del P. Gonzales ponía tachas

á

su general,

á

los

revisores pontíficios,

y

al mismo Pontífice. [165]