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los mientras vivan con sus padres, que les educan
con el fin de que les sucedan en sus destinos, de.
berá persuadirles, valiéndose del influjo mas bien
de amigos que de personas de la misma Socie.
dad, que les manden en otras provincias 6
á
uni·
versidades distintas en que enseñan los nuestros;
cuidando de remitir
á
los profesores respéctivos las
instrucciones necesarias acerca de su calidad
y
con.
dicion, para que puedan ganar su cariño para la So·
ciedad con mayor certeza
y
facilidad.
11. Cuando habrán llegado
á
una edad mas avan·
zada, se les inducirá á practicar algunos ejercicios
espirituales, yue han tenido tan buen
~xito
en Ale–
mania
y
Polonia.
12. Se les consolará en sus pesares
y
aflicciones,
segun la calidad é índole de cada uno, haciendo uso
de reprimendas
y
exhortaciones privadas acerca del
mal uso de ]as riquezas, inculcándoles que no se
debe despreciar la felicidad de una vocacion, ame.
nazándoles con las penas del infierno, caso que lo
hicieren.
13.
Será menester hacer patente á los padres
y
á las madres, para que condesciendan mas fácilmen–
te al deseo de sus hijos de entrar en la Sociedad, la
excelencia de su instituto en comparacion de las
otras órdenes, la santidad
y
la ciencia de nuestros
padres, su reputacion en todo el mundo, el honor
y
las distinciones que se les difieren grandes
y
peque–
ños. Se les hará la enumeracion de los príncipes
y
de los magnates, que, con gran contento, han vivi–
do hasta su muerte
y
aun viven en la Sociedad. Se
les mostrará cuán agradal:,Ies es a Dios que jóvenes
se consagren a El, particularmente en la Sociedad
de su hijo,
y
que cosa tan sublime es que un hom–
bre lleve el yugo del Señor desde su juventud. Que
si oponen alguna dificultad
á
causa de su extrema–
da juventad, debe
h~cerse
presente
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