....... 88- '
aquellos que de
rnuto propio
la abandonan, se hun·
dan en el olvido y la oscuridad.
8.
0
Se dívulgarán sin cesar las desgracias
y
los
accidentes siniestros que les sobrevengan, recomen–
dando sin embargo
á
los fieles que rueguen por ellos
en sus oraciones, para que no se crea que los nues–
tros obran
á
impulsos de la pasion. En nuestras ca–
sas se exagerarán de todos modos estos contratiem–
pos para que sirvan de rémora
á
los otros.
C.A?l TULO
XII.
QUIENES
CONVIENEN QUE SEAN SOSTENIDOS
Y
CONSBRYA])OS
EN LA SOCIEDAD.
1.
0
El primero puesto en Ja Compañia pertenece
á
los buenos operarios, es decir á aquellos que no pro.
curan menos para el bien temporal que para el es–
piritual de la Sociedad; tales son los confesores de
los príncipes, de los poderoses, de las viudas, de
las beatas ricas, los predicadores
y
los profesores que
todos conocen estos secretos.
2.
0
Aquellos faltos ya de fuerzas
ó
agoviados por
los años; conforme el uso que hayan hecho de sus ,
talentos en pro del bien temporal de la sociedad, de
modo que se atienda la mies pasada, son ademas to–
d!J.vía instrumentos idóneos para dar parte
á
los su–
periores de los defectos ordinarios que notan en los
nuestros por estar siempre en casa.
3.
0
No se deberán expulsar jamas, sino en ca–
so de extrema necesidad, por temor de que la Socie–
dad adquiera mala reputacion.
4.
0
Ademas: será menester favorecer
á
los que
sobresalgan por su talento, su nobleza
y
su fortuna,
particularmente si tienen amigos poderoc:os adictos
á
la
sociedad,
y
si ellos
nlÍS.mQ~tienen para ella un s:(.n,-