memoria, predecesor nuestro, como sobre la potestad ab.
soluta que se arrogaba el Prepósito general de dicha
Compañia,
y
sobre otras cosas pertenecientes al gobier..
no de la misma,
é
igualmente sobre varios puntos de doc–
trina, sobre sus Escuelas, exenciones
y
privilegios,
á
lo~
cuales los Ordinarios locales,
y
otras personaf!! constitui–
das en dignidad Eclesiastica ó Secular, se oponían como
perjudiciales
á
su jurisdiccion
y
derechos. Y finalmente
fueron acusados los individuos de la Compañia en mate.
rias muy graves, que perturbaron mucho la paz
y
tran·
q uilidad de la Cristiandad.
18. De aquí nacieron muchas quejas contra la Com·
pañia, que apoyadas tambien con la autoridad
y
oficios
de algunos Soberanos, fueron expuestas á Paulo IV,
Pio V, y Sixto V, de venerable memoria, predecesores
nuestros. Uno de aquellos fué Felipe II, Rey Católico de
las Españas, de esclarecida memoria, el cual hizo exponer
á dicho Sixto V, predecesor unestro, así las gravísimas
causas que movían su Real ánjmo, como tambien los
clamores que habúm hecho llegar á sus oídos los In·
quisidores de las Españas contra los inmoderados pri·
vilegios, y la forma de gobierno de la Oompañia, jun–
tamente con los motivos de las disenciones, confirmados
tambien por algunos Varones virtuosos
y
sabios de la mis·
ma Orden, haciendo icstancia al mismo Pontífice, para que
mandnra la Visita Apostólica de la Compañia,
y
diera co·
mision para ella.
19.
Condescendió el mencionado Sixto, predecesor
nuestro,
á
los deseos
é
instancias de dicho Rey,
y
reco–
nociendo que eran sumamente fundadas
y
justas, eligió
por Visitador Apostólico á un Obispo de notoria pru–
dencia, virtud
y
doctrinll;
y
ademas de esto nombró una
Congregacion de algunos Cardenales de la Santa Igle–
sia Romana, para que atendiesen con el mayor cuidado
á
la consecucion de este intento; pero quedó frustrada y
no tuvo ningnn efecto esta tan salndable resolucion, que
babia tomado el mencionado Sixto V, predecesor nuestro,
por haber fallecido luego,
Y
habifmdo sido elevado al So–
lio Pontificio el Papa Gregrorio XIV, de feliz memoria,
por sns Letras expedidas con el sello de plomo
á
28 de
Junio del año de la Encarnacion del Señor 1591, aprobó
de nuevo el instituto de la Compañía,
y
confirmó,
y
man–
dó que se le guardasen
todo~
los privile&ios, que por
su.~