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mente materialista. Las expurgaciones en el libro d-e
Doña Oliva fueron de poca monta. Fué asimismo ex–
purgado un discurso de Ambrosio de Morales, en que
el cronista pretendía demostrar que
las estrellas tienen
poderío sobre el hombre.
¡Esta es la persecución contra
toda nuestra filosofía!
5a. Libros de filosofía, escritos por extranjeros,
~o
prohibió casi ninguno, ni siquiera la <<Eti ca>> de Es–
pinosa.
Y no se diga que las doctrinas de Bacon, Descar–
tes, Gassendi, etc, eran desconocidas en España, pues
afortunadamente quedan los libros de Isaac Cardoso,
Caramuel
y
otros, en que están expuestas
y
aún co–
mentadas
y
defendidas. Esto por lo que hace al siglo
XVII. En el
XVIII~
muy á principios, el padre Tosca
enseñó~
sin que nadie le pusiera trabas, el <<gassendis–
mo >>,
y
hasta tuvo muchos díscípulos. Por el mismo
tiempo, el padre Feijóo
y
otros ensalzaban sin reparo
á Bacon.
A la entrada del <<cartesianismo>> no se opuso la
Inquisición en manera alguna. Prohibió todos los li–
bros materialistas é impíos del siglo XVIII é hizo
muy bien,
y
merece alabanzas por ello. Era su oficio.
6a. Libros de mística. Recogió ó mandó expurgar
Jos que encerraban doctrinas de <<alumbrados>>
y
<<quie–
tistas>>,
ó
los que, mal interpretados por el vulgo igno–
rante, podían conducir á tales errores, Por eso se pro–
hibieron <<temporalmente>> algunos de fray Luis de
Granada y otros varones piadosísimos
y
hasta santos.
Pero pasado el peligro ó hechas las oportunas correc–
ciones por los autores, volvieron á circular sin trabas.
coincidiendo esto con el mayor desarrollo y esplendor
de nuestra mística.
7a. Libros de nigromancia, hechicería. etc. Obró
cuerdamente en vedar tales simplezas. Esta es, redu–
cida á breves términos, la historia de las persecuciones
y prohibiciones inquisitoriales.>> (Menéndez y Pelayo.
<<La Ciencia española>> tomo 2, pág. 60
y
sig.)