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-34-

en fuerza de la verdadera

y

perfecta contricion

y

propósito con que

el penitente se disponía

y

acompañaba esas ceremonias, m.ediante

los auxilios que esa

le impetraba. San Pablo llamó

debiles

á esos

sacramentos del :p1osaismo,.

lnfirma elementa

(1), cuyo. efecto in·

mediato, segun el mismo Apostol, era la purificacion de la mancha

y la pena legal, contraída por el quebrantamiento de la ley,

inqui–

natos sanctificat ad emundationem carnis

(2);

y

el mediato

exitar

y

protestar

la fé en el futuro Redentor,

y

por esta merecer la perfecta

contricion animada por el amor

á

Dios,

á

la cual estaba ligada la

gracia remisiva de los pecados, segun la confesion del profeta

David:

Cor contritum et humUiatum Deus non despicies

(3).

Pero, esta contricion verdadera y perfecta unida al amor sobre–

natural en tal grado que, acompañada con la confesion y el pro–

pósito de la enmienda., fuese capaz de borrar los pecados y recon–

ciliar con Dios al hombre delincuente, no era facilmente asequible

antes de la venida de Jesucristo; entónces mucho menos que ahora

podía alcanzarse sin grande llanto

y

trabajo por parte del hom–

bre (4). Así es que el sabio Salomon decia, de su tiempo :

«

Hay

»

justos y sabios, y cuyas obras estáu en manos de Dios;

y

sin em–

) bargo no sabe el hombre .. si es digno de amor, ó de odio

(o).

»

Y

del que babia cumplido con el precepto legal de la confesion

y

del

sacrificio por el pecado, decia,-el mismo Salomon :

«

Del pecado

»

perdonado no quieras estar sin miedo,

y

no añadas pecado sobre

»

pecado (6).

»

Esta grande dificultad de conseguir la perfecta contricion

y

con

ella el perdon de los pecados, la reconciliacion con Dios y la eterna

salvacion en el gentilismo

y

mosaísmo obligó al Salvador del mundo ·

á

instituir los santos

s~~ramentos,

principalmente el de la peniten-

(i)

Ad Galat., cap.

IV;

v. 9. En este sentido dice el Concilio de Trento (ses.

XIV

c.

1),

que la penitencia antes de la venida de Cristo no era sacramento. -

(2) Hebr.:

c.

IX,

v. :13.- (3) Ps.

nO. -

(4) Concil, trid., sess. XIV, c.

II.-

(ñ)

Eccl., c.

IX,

v. L -

(6) Eccl., c. v, v.

ñ.