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he mandado (1). ,, Esta mision se les confió en tiempos y oca–
siones muy distintas, de la en que,
seg~n
el Evangelio
d~
San Juan,
se les concedió la potestad de perdonar Jos pecados. ¿Con qué
buena fe pues, se las puede confundir?
, El mismo texto de San Lucas, en cuya mala inteligencia se escu–
da nuestro adversario,
es
otra prueba perentoria contra la heretica
pretension. Ese texto dice así:
«
YJesus les dijo: Así está escrito,
»
y
así era menester, que el Cristo padeciese,
y
resucitase al ter–
»
cero dia de entre los muertos; y que se predicase la penitencia
y
la remision de los pecados á todas las naciones (2).
»
Este texto,
que no fué proferido por Jesucristo en la noche de la.resurreccion,
como pretenden los enemigos de la verdad, sino en una de las apa–
riciones inmediatas á la Ascencion, como consta de estas palabras
de los versos subsecuentes:
«
Y les saco fuera hasta Betania ...
y
»
aconteció que mientras los bendecía., se partió de ellos,
y
era
,,
llevado al Cielo (3) :
»
este texto decíamos_, lejos de confundir
la potestad de perdonar pecados con la potestad de predicar,
J~s
distingue perfectamente.
Jesus les dijo, que era necesario que se
predicase.
,
¿Y que cosa debia predicarse? Entre otras., que él les
había mandado, indica-
LA
PE~ ITENCIA,
y
COD
ella
LA REMISION
DE
tos
PECADOS.
P.ero esta
remision de los pecados_,
segun expresó el
mismo Jesucristo por San Juan, debía darse exclusivamente
á
los
que los Apostoles
y
sus sucesores, facultados al efecto,
JUZGASE:\
di–
gnos de ella por su penitencia.
¿'Qué hombre de
s~no
juicio se atre-
. veria á propalar, que Jesucristo en el texto de San Marcos ·arriba
citado enseña, que la predicacion es el bautismo, por haber man–
dado con él
á
sus Apostoles, que predicasen y bautizasen? El mas
agreste gañan sabrá conocer, que el sermon sobre la necesidad de
la penitencia para merecer la remision de los
pec~dos,
que predica
el Sacerdote, es cosa muy distinta del sacramento de la Penitencia,
(i)
Matth., c.
x, v.
7, et c.
xxvm, v.
19. - Marc., c.
xv1, v.
io. -
(2) Luc.,
c.
XXIV, V.
46.- (3)
Luc., c.
'I.XIV, V.
50 et
oi.